Miles de haitianos trataron de entrar en Estados Unidos a través de México pero se toparon con las medidas restrictivas de Trump y tuvieron que permanecer en nuestro país, sufriendo toda clase de abusos
Alejandro Gutiérrez Balboa
Haití es el país más pobre de América, tiene un gobierno fallido desde hace décadas y ha padecido la rapiña de los Estados Unidos, de Francia y de las fuerzas de paz que ha enviado la ONU. Sufrió en 2010 un terremoto devastador y la ayuda “humanitaria”, sobre todo de Estados Unidos, sirvió para que Bill y Hillary Clinton efectuaran buenos negocios en la isla.
Haití lleva décadas viviendo en la miseria y sufriendo el expolio de políticos abusivos que se han corrompido para que compañías norteamericanas sean las encargadas de la reconstrucción y de adueñarse de las minas del país, al tiempo que sus jóvenes han tenido que sufrir incontables abusos de tipo sexual. Todo esto ha provocado una oleada interminable de migrantes que huyen de esa situación.
Miles de haitianos trataron de entrar en Estados Unidos a través de México pero se toparon con las medidas restrictivas de Trump y tuvieron que permanecer en nuestro país, sufriendo toda clase de abusos. Han sido robados por el crimen organizado y hasta por policías de la Ciudad de México; más de 8 mil permanecen detenidos desde hace 2 años en de la frontera sur de nuestro país, en los centros de detención que tiene el INAMI, uno de ellos en Tapachula, sin ayuda alguna, muchos con síntomas de Covid. Una fotografía de esa realidad ha recibido premios internacionales.
Alrededor de 6 mil haitianos se encuentran en la frontera norte, sobre todo en Tijuana y Mexicali, atrapados por el muro de Trump, sin poder definir su status migratorio y sin ayuda alguna de las autoridades mexicanas, algunos pocos en albergues y la mayoría ganándose el sustento como pueden. La CNDH se mantiene en silencio lo mismo que el Presidente que ha ido varias veces al estado y ni se ha querido enterar de la situación de los haitianos que han sufrido ya 3 asesinatos.
El actual gobierno mexicano le ha hecho el trabajo sucio a Donald Trump, erigiendo un muro de contención de migrantes centroamericanos y caribeños en la frontera sur y a cambio de nada, cumpliéndole sus sueños y amenazas. La terrible “migra”, de la que tanto se quejaron nuestros paisanos y gobernantes de antaño, ahora es mexicana y es peor que la norteamericana.