Jorge Camacho
Ahora resulta que las universidades y la comunidad científica se han convertido en los nuevos enemigos del presidente López Obrador. Hay que recordar que para un populista es muy importante mantener a la población desunida y polarizada, y para ello una de las estrategias fundamentales es inventarse enemigos.
Hemos visto cómo de manera sistemática ataca a diversos sectores de la población. Los confronta, los sube al ‘ring’ y los hace sus adversarios; en automático se convierten en esos “enemigos del pueblo” y él, en su papel de líder y caudillo, los defenderá y luchará por su causa.
Para el presidente, los neoliberales son el enemigo número uno. Les siguen los empresarios, las clases medias, los partidos políticos de oposición, los intelectuales, los periodistas y uno que otro país; por el momento, ha elegido a España con temas ociosos como la Conquista de México y el descubrimiento de América, pero el mas apetitoso es Estados Unidos, con el que ha tenido algunos escarceos con resultados negativos para el país.
Se ha manifestado en contra de la clase media, a la cual ha llamado “aspiracionista”, en contra de los científicos, del CIDE, del ITAM, de las universidades públicas y recientemente de la UNAM, tachándolos de corruptos, caciques, neoliberales, derechistas, líderes charros, que solo obedecen a grupos de poder y por ende también son “enemigos del pueblo”.
Tener estudios de nivel superior es una aspiración de la gran mayoría de jóvenes y de muchas familias que desean un mejor porvenir para sus hijos. Me pregunto: ¿qué pretende el presidente al denostar a las personas que tienen aspiraciones en la vida y golpear al sistema universitario y científico de nuestro país?
El mensaje pudiera entenderse como ‘no aspires a tener estudios universitarios y menos en esas universidades que son enemigas’. ¿Entonces la propuesta es que seamos un país sin profesionistas o sin emprendedores? Creo que no. Más bien vislumbro que el objetivo es que estudiemos en las universidades alineadas con la ideología del presidente como son las Universidades para el Bienestar Benito Juárez.
En los estatutos académicos de estas universidades, encontramos el tipo de estudiante y mexicano que pretenden formar y copio textualmente uno de sus párrafos más ilustrativos:
“Nuestra propuesta se fundamenta en la necesidad de formar profesionales con capacidad crítica y analítica, comprometidos con su sociedad y con altos estándares éticos y de responsabilidad profesional, conforme a los valores de la humildad, austeridad, honestidad, solidaridad, atención y entrega a los más necesitados, guiados por una vocación de servicio, ideales de justicia, dignidad y equidad, y comprometidos con la causa de la democracia y la soberanía de nuestro país.”
Estimado lector, termino abruptamente mi columna porque quiero dejarte a ti el análisis y conclusiones sobre lo que hoy está sucediendo con nuestro sistema educativo, y te pregunto, con base en tus conclusiones, ¿qué piensas hacer?