Inician festejos patrios en Juriquilla

Con un festival de forcados y corrida de rejones, donde Jorge Hernández como triunfador al cortar tres orejas, volvió la fiesta brava a Querétaro luego de un receso veraniego

Redacción

La Plaza de Toros de Provincia Juriquilla fue el escenario perfecto para la Corrida de Rejones que reuniría a matadores de la talla de Giovanni Aloi, en un esperado regreso a los ruedos, Jorge Hernández Garate, así como el joven queretano Santiago Zendejas. Los jinetes estuvieron acompañados de cuatro grupos de forcados, de Mazatlan, Querétaro, Estado de México y Juriquilla.

La tradicional plaza lució una entrada buena, con presencia en todas la localidades. Esta fue la primera corrida que se celebrará en el ruedo de la familia Torres Landa, dentro de los ya tradicionales festejos patrios. En esta ocasión los toros fueron de la ganadería de Ordaz.

El primero de la tarde fue Chelele de 550 kilos. El ejemplar fue lidiado por el rejoneador Giovanni Aloi, quien gustó de arriesgar al caballo en los primeros lances, situación que provocó que después de la primera banderilla, en el primer tercio, casi alcanzara a puntearlo el toro.

En estos primeros trazo, Aloi se llevo palmas del respetable. Para el final del tercer tercio el toro ya estaba claramente agotado, dándole oportunidad al rejoneador para hacer acercamientos más complejos.

Giovanni Aloi le dio entrada a los forcados de Mazatlan, quienes fueron bien recibidos por la afición queretana. Su primer pega fue mal implementada, el ejemplar de Ordaz alcanzó a lesionar a un forcado con un pisotón. Para el segundo intento, el cara resultó lesionado, pero triunfante y aplaudido por el público.

Ya con el rejón de muerte, Aloi intentó matar, pero fracasó. Al segundo intento logró colocar una estocada muy tendida que no hizo daño al toro. Al tercer intento la punta llegó muy picada, no entró de forma correcta, ya que hizo contacto con el hueso. El público rechifló al rejoneador que tuvo que bajarse a descabellar.

El siguiente toro en aparecer en la arena de Juriquilla fue Pollito de 500 kilos. Jorge Hernández fue el responsable de su lidia. El ganadero Ordaz le dedicó el toro al empresario Juan Arturo Torres Landa.

Fue un toro cómodo, pero con energía cuando iba al toro, Jorge no logró colocar correctamente sus primeros pares de banderillas.

Hernández Garate cambió a un elegante caballo blanco con el que logró darle un primer círculo con el toro mientras el paso doble de Silverio Pérez amenizaba el inicio del segundo tercio.

Con un público cautivo y atento que veía las suertes del rejoneador, Jorge presentó unos movimientos muy animosos con su caballo, demostrando la buena dupla que hacen y la música no dejaba de sonar.

Hernández Garate dio entrada a los forcados de la queretanos de la Plaza Santa María, quienes pegaron de forma excelente en su primer intento, por lo que la gente se levantó de su asiento.

Para concluir la lidia, el jinete falló en el primer intento con el rejón de muerte, por lo que se dividieron las opiniones del público.

Socio de 500 kilos fue el tercer toro de la lidia, correspondiente a Santiago Zendejas, El ejemplar buscaba buscando las salidas. Zendejas buscó ir al toro, que se recarga en toriles.

El queretano cambio de caballo por uno café pálido para su segundo tercio, bien aplaudido por la gente, pues independientemente del toro, Zendejas logró tener acercamientos con él. Cambió de caballo por uno beige, con el que terminó colocando unas banderillas al estilo del violin.

El joven dio entrada a los forcados que en su primer intento logran pegar al toro de una manera atropellada aunque finalmente lo logran.

Para finalizar, Zendejas logró meter adecuadamente la estocada con lo que cayó el toro. El público pidió oreja con aplausos pero el juez no quería otorgarla hasta que la presión del público hizo que el juez fuera hasta dos orejas

Luisinho de 510 kilos fue el segundo toro de Giovanni Aloi, un toro enérgico que dio 2 vueltas al ruedo y se hace presente con Aloi, aunque no va al rejoneador hasta después de tiempo logra poner su primer pica ineficientemente, pues no logra meterla bien; la segunda la puso muy trasera

Hizo cambio de caballo para el segundo tercio, uno blanco con el que probó suertes para la colocación de las banderillas. Se le veía nervioso al momento de ponerlas, y lo hizo muy ladeada, el siguiente par logró colocarlo correctamente

Entraron los forcados de Juriquilla, siendo Francisco Caballero quien pegaría al toro. La pega no fue correcta y se lesionó el forcado.

La segunda pega resultó desafortunada, pues terminó por lesionar aún más fuerte al forcado, quien cayó al piso inmediatamente, los demás forcados se acercaron a ayudar, y el público aplaudió finalmente el acontecimiento. No se pudo realizar esta pega. El festejo concluyó con dos últimos ejemplares de Ordaz que causaron gusto en el público.