¡Cuidado! con ‘productos milagro’ que dicen curar cáncer o bajar de peso

Este tipo de productos prometen bajar de peso, aliviar padecimientos, quitar dolores o curar enfermedades sin presentar ninguna evidencia técnico-científica.

La Cofepris ha identificado más de 250 ‘productos milagro’, como pastillas que no están avalados por ninguna autoridad sanitaria.

Jessica Ignot | 20-06-2023

Desde pastillas que prometen perder peso en tan solo una semana hasta capsulas que curan todo tipo de cáncer, así son presentados los ‘productos milagro’ que ponen en riesgo la vida de quienes lo consumen y no están avalados por ninguna autoridad sanitaria.

La Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) ha identificado más de 250 ‘productos milagro’ en México, que en realidad están mal clasificados, pues sus fabricantes suelen registrarlos (si es que lo hacen) como artículos cosméticos o suplementos alimenticios cuando en realidad son otra cosa.

Este tipo de productos presumen engañosamente facultades curativas sin tener registro sanitario de medicamentos y sin contar con las pruebas clínicas requeridas por la Ley General de Salud.

Generalmente este tipo de productos prometen bajar de peso, aliviar padecimientos, quitar dolores o curar enfermedades sin presentar ninguna evidencia técnico-científica, aprovechándose de la urgencia de personas y causando riesgos a la salud.

No demuestran su seguridad, calidad o eficacia, y al desconocer el contenido de sus ingredientes, representan un riesgo para la salud de quien los consume.

Al ser de dudosa procedencia y carecer de verificaciones a sus plantas de producción, se desconoce las condiciones de higiene en su elaboración o almacenamiento.

Los ‘productos milagro’ se caracterizan por exaltar en su publicidad una o varias cualidades terapéuticas, preventivas, rehabilitadoras o curativas, que van desde cuestiones estéticas hasta la solución a problemas graves de salud.

Ni la publicidad ni los empaques mencionan las contraindicaciones de su uso ni los riesgos de consumo y transfieren la responsabilidad a quien recomienda su uso.

Estos productos se pueden adquirir sin receta alguna porque se ostentan, muchas veces, como suplementos alimenticios.

Tres categorías de los ‘productos milagro’:

Suplementos alimenticios.
Remedios y medicamentos herbolarios.
Fármacos homeopáticos.

Características de los ‘productos milagro’:

Utiliza publicidad exagerada para exaltar sus cualidades.
Resalta beneficios extraordinarios.
Sus propiedades curativas, sorprendentes o categóricas no se encuentran sustentadas en estudios científicos o técnicos que lo demuestren.

Presentación de los ‘productos milagro’:

Pastillas.
Comprimidos.
Cápsulas.
Geles.
Brazaletes.
Jarabes.
Cremas.
Aparatos de ejercicio.
Soluciones.
Parches.
Ampolletas.

Así puedes detectar ‘productos milagro’:

Analiza su etiqueta

Desconfía de los productos que exaltan sus propiedades y garantizan efectos o resultados inmediatos; por ejemplo, productos que te aseguren que adelgazarás rápidamente.

Cuestiona sus atributos

Asegúrate de que los beneficios que dicen brindar correspondan a la realidad, ya que pueden estar presentadas de una manera exaltada.

Lee reseñas sobre ellos

Las páginas web son una buena opción para leer reseñas, comentarios o evaluaciones, revísalas para saber qué opinan otros consumidores.

Valida su certificación

Si el producto dice tener un registro ante Cofepris o cualquier otra institución, ingresa al portal oficial de Internet correspondiente y corrobóralo.

Busca sus datos de contacto

Corrobora que los anuncios cuenten con datos de contacto de las empresas productoras y establecimientos de venta, principalmente domicilio, teléfono y correo electrónico.

Antes y el después

Es una de las estrategias más usadas. Te ayudará ver el “Antes” y “Después” que muy probablemente presenten en su publicidad.

Dicen curar padecimientos

Puede ser que dichas enfermedades no tengan ninguna relación entre sí y no cuenten con estudios científicos que los avalen.

Conoce los productos que la Cofepris ha boletinado:

Osteo Sin Max: en crema y tabletas, se comercializa como relajante muscular y desinflamatorio. Aparenta estar indicado para hernias de disco, osteoporosis, osteoartritis y gota.

365 Skinny High Intensity: se le atribuyen propiedades como acelerador de pérdida de peso y metabolismo, relajante y controlador de los niveles de cortisol, entre otros.

Cicatrisan Plus Max: emula ser un tratamiento para padecimientos como úlceras gástricas, colitis, gastritis aguda o crónica, divertículos y la prevención del cáncer de colon.

Pulmo Calcio: ofertado como expectorante para el alivio rápido de tos en presentaciones como ampolletas, microbotellas, tabletas y jarabe.

Riñón Vida Plus Max: se anuncia como producto auxiliar en el tratamiento de infecciones y dolor renal, infección en el tracto urinario y próstata, así como para evitar formación de piedras y arenilla en el riñón y cálculos renales.

Otros productos:

Chardon de Marie: supuesto protector del hígado.
Prostaliv y Prostamax: contra trastornos de la próstata.
Malunggay: se dice que fortalece el sistema inmunitario, es nutriente, calmante y desintoxicante.
PSO exacto: para mejorar la figura y bajar de peso.

La tecnología médica:

Hallar sustancias químicas innovadoras para desarrollar nuevos medicamentos, lleva a una empresa farmacéutica a gastar entre 500 y mil millones de dólares por proyecto. El proceso es largo y puede tardar hasta 12 años hasta que llega a las farmacias, pues implica investigación clínica, pruebas preclínicas y toxicológicas. En cambio, los ‘productos milagro’ no cuentan con ninguna evidencia experimental que garantice su efectividad.

La investigación farmacológica pasa por tres etapas:

Investigación clínica: se hace síntesis de estructuras químicas.
Investigación preclínica: se ensaya con ratones, perros y hasta primates.
Estudios de toxicología: analizan los efectos secundarios del fármaco y a largo plazo con dosis de administración repetida, una o dos veces al día en un periodo superior a tres meses.

Normatividad

La Ley Federal de Protección al Consumidor en su artículo 35, faculta a la Procuraduría General del Consumidor para ordenar al proveedor que suspenda la información o publicidad que viole las disposiciones de la ley, o en su caso ordena al medio la suspensión de un producto.
La Ley General de Salud, en su artículo 300, faculta a la Secretaría de Salud para autorizar la publicidad relacionada con el consumo de medicamentos, de entrada, ésta no debe inducir a hábitos, prácticas o conductas nocivas para la salud física y mental de las personas.
El artículo 414 bis de la misma ley está autorizada a incautar productos como cápsulas herbolarias, complementos alimenticios, dietas, perfumería, y que indebidamente fuesen publicitados como medicamentos.