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Acapulco: Así lucen sus alrededores a cuatro días de ‘Otis’

Varias poblaciones de Guerrero continúan incomunicadas, mientras que AMLO está de gira por el Estado de México

Acapulco y sus alrededores, la región aún continúa sin agua, electricidad ni gasolina, la ayuda llega de manera lenta, los testimonios desgarradores de quienes perdieron no solo cosas materiales, sino amigos, familia y más siguen exponiéndose en redes sociales.

Varias poblaciones de Guerrero continúan incomunicadas, mientras el presidente Andrés Manuel López Obrador está de gira por el Estado de México, los pobladores afectados por “Otis” piden agua y comida.

La cifra oficial de muertos no ha cambiado, aún se mantiene en 27, sin embargo, los pobladores han dicho que han visto muchos más cuerpos e incluso se le ha informado a la Marina sin que hagan nada al respecto.

Pobladores defienden con machete y marros en mano sus pocas pertenencias, lo mismo hacen algunos dueños de tiendas con lo último que les queda de su patrimonio ante la ola de rapiña e inseguridad que impera en Acapulco.

Otros más, apartados del polo turístico más importante de Guerrero salen desesperados a las autopistas a pedir ayuda, a solicitar sean vistos y puedan recibir lo indispensable para su subsistencia.

Cruz Roja atiende a los afectados por “Otis”

Luego de reportarse en redes sociales que el ejército no dejaba pasar la ayuda humanitaria, a menos que ellos lo distribuyan, al fin se levantó parte del bloqueo ante la situación que ha rebasado a las autoridades. Al respecto la Cruz Roja informó que pudo llegar al puerto con ayuda humanitaria para las personas afectadas por el huracán “Otis”.

Pese a esto, no todos han recibido el apoyo y, ante esta situación muchos se han animado a llevarse artículos de primera necesidad de los comercios dañados.

Algunas empresas privadas, ante la falta de acción del gobierno, han decidido regalar sus inventarios para que la gente no pase hambre y disminuir ese sentimiento de desesperación que poco a poco se salió de control de las manos del gobierno.

Negligencia del gobierno ante “Otis”

La desesperación de los pobladores es, en parte, el resultado de una reacción gubernamental retrasada por el fortalecimiento históricamente rápido de un meteoro que nadie anticipó que pasaría de ser una tormenta tropical a un catastrófico huracán de categoría 5 en apenas 12 horas.

También es la continuación de la estrategia de las autoridades federales de abordar los problemas — violencia del narcotráfico, desastres naturales — con personal, pero no necesariamente con las herramientas para resolver la situación.

Al menos 27 personas fallecieron a causa de la tormenta, pero cientos más seguían buscando a sus seres queridos el viernes.

En algunos puntos se comienzan a instalar estaciones de “carga” para que los pobladores puedan tener batería en sus celulares y poder comunicarse con sus seres queridos.

No había gasolina, no porque no hubiese combustible, sino porque no había electricidad para hacer funcionar los surtidores. Hasta el viernes, cientos de personas se agolpaban en el exterior de un supermercado en un vecindario obrero de la costa donde unos hombres rompieron una de las bombas y estaban llenando las botellas de plástico vacías que llevaba la gente.

La mayoría de las familias buscaban agua de forma ansiosa y algunas dijeron que estaban racionando su suministro. El suministro municipal estaba paralizado porque el sistema de bombeo no tenía electricidad.

A lo largo del paseo marítimo de la turística ciudad, los grandes almacenes y las tiendas de comestibles quedaron arrasadas, primero por el huracán y luego por los residentes. Y si la ayuda del gobierno, en forma de préstamos, no se materializa pronto, muchos negocios tendrán que cerrar.

López Obrador anunció el viernes que su gobierno está trabajando en una propuesta para apoyar financieramente al sector hotelero y comercial que sufrió daños en más del 80% de la infraestructura.

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