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El coronavirus da aprobación efímera a líderes mundiales

El presidente Emmanuel Macron, quien nunca ha sido muy popular, ha alcanzado su mayor índice de aprobación en Francia desde el inicio del COVID-19  Steven Erlanger El presidente Emmanuel Macron, quien nunca ha sido muy popular, ha alcanzado su mayor índice de aprobación en Francia desde el inicio del coronavirus. Mientras Italia ha sido devastada, … Leer más

El presidente Emmanuel Macron, quien nunca ha sido muy popular, ha alcanzado su mayor índice de aprobación en Francia desde el inicio del COVID-19

 Steven Erlanger

El presidente Emmanuel Macron, quien nunca ha sido muy popular, ha alcanzado su mayor índice de aprobación en Francia desde el inicio del coronavirus. Mientras Italia ha sido devastada, el presidente del Consejo de Ministros, Giuseppe Conte, tiene un notable 71 por ciento, un incremento de 27 puntos. Incluso en el Reino Unido, donde el primer ministro Boris Johnson vaciló en tener una respuesta determinante y terminó enfermándose, su Gobierno ha sido el más popular en décadas.

No hay nada como una buena crisis para lograr que diversos sectores de la población se congreguen alrededor de sus líderes. Cuando las personas están confundidas y asustadas tienden a confiar en sus líderes, porque concebir que las autoridades también puedan estar confundidas y asustadas, es muy difícil de soportar.

En el caso de Macron, quien esta semana admitió haber cometido errores mientras anunciaba una extensión de la cuarentena en Francia, las encuestas muestran un descenso del 59 por ciento al 43 por ciento
En el caso de Macron, quien esta semana admitió haber cometido errores mientras anunciaba una extensión de la cuarentena en Francia, las encuestas muestran un descenso del 59 por ciento al 43 por ciento

La pregunta es si eso perdurará una vez que la crisis aminore, la crítica aumente y se reanude la política cotidiana. Usualmente, no dura mucho. Pronto le siguen investigaciones formales a los inevitables errores y los votantes, si se los permiten, suelen vengarse incluso de los líderes más efectivos.

Quienes tienen mayor aprobación han sido poco eficaces, a juzgar por el saldo demoledor de un virus inmune a las fanfarronadas partidistas e implacable con los errores. Esa incertidumbre está demostrada en EUA, donde Trump, en un año electoral muy cargado, obtuvo solo un pequeño empujón que no duró mucho, dada la amplia ambivalencia acerca de cómo la Casa Blanca ha manejado la pandemia.

Una respuesta global fallida ante el COVID-19

Es de esperar que el liderazgo competente se beneficie más. En general, ese ha sido el caso en los países donde se impusieron medidas severas tempranas que han permitido que esas naciones empiecen a reabrir su economía esta semana.

En Austria, donde se exige que los empleados que están regresando a trabajar usen cubrebocas, la aprobación del canciller Sebastian Kurz se ha elevado al 77 por ciento, un incremento de 33 puntos. De forma similar, el primer ministro de los Países Bajos, Mark Rutte, tiene 75 por ciento de apoyo, un aumento de 30 puntos.

En Dinamarca la primera ministra Mette Frederiksen subió 40 puntos y llegó a un 79 por ciento, país en el que algunos niños regresarán a clases y se preparan para una reapertura gradual que puede tomar varios meses.

Merkel ha sido reconocida por su buen manejo de la crisis. Foto: AP.
Merkel ha sido reconocida por su buen manejo de la crisis. Foto: AP.

El virus ha logrado revivir al Gobierno saliente en Alemania, que ha perdido apoyo con los Verdes y la ultraderecha. El desempeño de Angela Merkel, se ha elevado 11 puntos, y tiene 79 por ciento.

En Italia,  el índice de aprobación de Conte se ha disparado a pesar de que es el país con más victimas por COVID-19 después de EUA, pero ya hay señales de que algunos líderes están cayendo de sus puntos altos, a medida que la paciencia de la población se desgasta.

En el caso de Macron, quien esta semana admitió haber cometido errores mientras anunciaba una extensión de la cuarentena en Francia, las encuestas muestran un descenso del 59 por ciento (el 13 de marzo, el índice más alto de su Gobierno) al 43 por ciento. La crisis del coronavirus ha generado casi el mismo patrón de un conflicto más violento, donde las demostraciones de apoyo suelen ser inmediatas, si no efímeras.

El impulso más pequeño de lo esperado de Trump, por el coronavirus, lo ha convertido en una especie de caso atípico. Mientras otros líderes mundiales están alcanzando índices en el rango del 70 por ciento, sus índices de aprobación rondan entre el 40 y el 45 por ciento, lo que refleja su base sólida pero también las numerosas críticas a su desempeño.

Según Nathalie Tocci, directora del Instituto de Asuntos Internacionales de Italia, un resultado ‘positivo’ del virus podría ser el descrédito del populismo y el regreso a la confianza en la experiencia y en Gobiernos más racionales.

“Todo el auge nacionalista y populista estuvo vinculado con un momento histórico donde se podía jugar con fuego. Pero la situación es precaria, mucho más peligrosa, y la gente no quiere las tonterías baratas de los populistas mediáticos”, señaló.

En última instancia, gran parte de la reacción de la población puede depender de cuánto dure la sensación de crisis, de que siga siendo incierto e indefinido el ataque del virus. El mismo fin de la cuarentena estará plagado de riesgo político.

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