Agentes migratorios dejan en el limbo a migrantes en EUA

Eileen Sullivan

Una pareja haitiana y su hijo pequeño se encontraban entre los miles de inmigrantes a los que las autoridades estadounidenses decidieron permitir el ingreso. Lo hicieron a través de la frontera suroeste el verano pasado. Esto debido a un aumento sin precedentes de cruces no autorizados durante el año anterior.

A partir de la primavera pasada, los funcionarios migratorios se vieron tan saturados que admitieron a decenas de miles de migrantes. Lo anterior mientras les expedían un nuevo documento que no incluía las habituales fechas de audiencia. Tampoco los números de identificación reconocidos en el sistema judicial migratorio. El cambio aceleró su proceso de liberación en el país. Pero también dificultó mucho que los recién llegados empezaran a solicitar asilo y que el gobierno pudiera darles seguimiento.

Meses después, el gobierno no ha podido completar los trámites iniciados en la frontera. Lo anterior demuestra lo mal preparado que estaba el sistema para la oleada de migrantes. También crea un atolladero práctico y político para el gobierno del presidente Joe Biden.

Cuando estaba en campaña, Biden prometió arreglar el disfuncional sistema migratorio del país. Un mantra de campaña que resonó entre muchos electores después de las duras políticas del expresidente Donald Trump. Sin embargo, a lo largo del primer año en el cargo, la respuesta del gobierno de Biden al aumento en la inmigración ha consistido en su mayoría en reacciones motivadas por la crisis. Incluido un proceso de ingreso más expedito.

AUMENTO DE MIGRANTES

Más de dos millones de veces, se capturó a migrantes cruzando la frontera suroeste del país de manera ilegal entre diciembre de 2020 y diciembre de 2021, el mayor número desde al menos 1960. Los migrantes no solo provenían de Centroamérica y el Caribe, sino de todo el mundo, muchos de ellos huían de la persecución y las dificultades económicas con la expectativa de que Biden fuera más hospitalario que Trump.

Aunque se les negó el ingreso a más de la mitad de los migrantes, más de 400 mil fueron liberados en el país por diversas razones durante el primer año de gobierno de Biden.

De ellos, más de 94 mil fueron liberados mediante un proceso acelerado, una versión simplificada de una práctica conocida que los críticos llaman “atrapar y liberar”, en la que los que son detenidos en la frontera son liberados de la custodia en espera de sus procedimientos judiciales migratorios.

Estos migrantes recibieron instrucciones de registrarse ante el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por su sigla en inglés) en un plazo de 60 días para completar el proceso que los funcionarios fronterizos iniciaron. Pero en algunas partes del país, las oficinas locales del ICE estaban desbordadas y no podían darles cita. Así que la familia haitiana y otros recién llegados han pasado meses intentando en vano registrarse ante el ICE e iniciar sus procesos judiciales.

“Era una solución rápida: ‘Nos encargaremos de ellos después’”, dijo Evangeline Chan, abogada migratoria en Nueva York. “Pero no han podido hacerlo”.

SE QUEJAN DEFENSORES DE DERECHOS HUMANOS

Los defensores de los derechos humanos afirman que el cambio ha dificultado que los solicitantes de asilo salgan adelante mientras esperan a ser reconocidos oficialmente en el sistema migratorio. Mientras tanto, los republicanos se le han echado encima al gobierno de Biden por liberar a los migrantes sin estatus legal en el país con aún menos capacidad para seguirles la pista.

“Aquellos que cruzan nuestra frontera de manera ilegal deberían ser detenidos y deportados, no liberados en el interior de nuestro país con la promesa imposible de que reaparecerán”, escribieron 80 miembros republicanos de la Cámara de Representantes en una carta dirigida al ICE a principios de este mes. “Es imprudente, por decir lo menos”.

UN ‘CÍRCULO VICIOSO’

La familia haitiana, tras emprender el pasado mes de junio un peligroso viaje desde Chile, donde se habían reubicado años antes, llegó a Texas en agosto, donde los agentes fronterizos los dejaron en libertad sin un citatorio judicial y les dijeron que se presentaran en una oficina de inmigración una vez que llegaran a Miami, su destino.

Cuando lo hicieron, la oficina estaba cerrada, ya que había reducido sus horarios debido a la pandemia. Intentaron registrarse en línea, les dijeron que no obtendrían una cita para terminar su papeleo y recibir los números de identificación oficiales, conocidos como números de extranjero, sino hasta 2032. Cuando escribieron a una dirección de correo electrónico del ICE, la respuesta automatizada decía que la agencia necesitaba los números de extranjero de la familia.

“Es un círculo vicioso”, dijo el marido a través de un intérprete.

La pareja haitiana, al igual que la mayoría de los inmigrantes recién llegados, no puede trabajar, lo cual les imposibilita ganarse la vida de manera honesta; viven con otros inmigrantes haitianos en la región de Miami. Durante meses, trataron de inscribir a su hijo al jardín de niños y se enfrentaron a obstáculos burocráticos en cada paso del proceso. No pueden pagar un abogado que les ayude a encontrar la manera de cumplir con los requisitos que establece el gobierno.

Algunos de sus retos son los habituales para las personas atrapadas en el maltrecho sistema migratorio; otros son nuevos, derivados de que fueron liberados sin estar inscritos en los procedimientos del tribunal de inmigración.

“Están más en la mira y son más ignorados”, dijo Ruby Powers, una abogada migratoria en Texas.

MT