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Ciudadanos vulnerables al COVID sufren más: EUA

Personas que han recibido quimioterapia son más susceptibles. Foto: Jenn Ackermann / NYT
Personas que han recibido quimioterapia son más susceptibles. Foto: Jenn Ackermann / NYT

Enfermedades como el COVID pueden ser más mortales para personas con algún padecimiento y las vacunas ofrecen menos protección

Amanda Morris y Maggie Astor

El mundo de Denisse Takes es muy reducido estos días. Se gana la vida produciendo canciones desde la sala de su casa, juega “Animal Crossing” en línea con sus amigos y solo sale de su casa en Burbank, California, de vez en cuando para pasear a su perro.

Aunque sus redes sociales están inundadas de amigos y familiares que vuelven a su vida normal, ella no ve a nadie a excepción de su esposo, quien donó su riñón en 2015 para que Takes, de 37 años, pudiera recibir a cambio el riñón de un donador compatible.

La medicación que impide que su sistema inmunitario rechace el órgano también evita que pueda crear anticuerpos en respuesta a una vacuna contra el coronavirus. Takes comentó que su cuerpo es tan malo para combatir las infecciones que ha terminado en la sala de urgencias por resfriados comunes. Teme que el COVID la mate.

No obstante, el aislamiento y la depresión (amplificados debido a que el resto del mundo parece superar la pandemia sin ella) también le han pasado factura.

“A decir verdad, sigo intentando aguantar por mi esposo”, aseveró Takes.

Millones de estadounidenses con sistemas inmunitarios debilitados, discapacidades o enfermedades que los hacen especialmente vulnerables al coronavirus han vivido así desde marzo de 2020, secuestrados en casa, sin que sus hijos asistan a la escuela y faltando a sus citas médicas para no arriesgarse a exponerse al virus. Están furiosos con los discursos de los políticos y los expertos en salud pública ya que consideran que minimizan el valor de su vida.

Conforme se acerca el tercer año de la pandemia, con el apoyo público a las medidas de prevención cayendo en picada y los gobernadores de los estados más liberales movilizándose para deshacerse de la obligatoriedad de los cubrebocas, estas personas se encuentran afrontando el agotamiento y la pena, arraigados en la sensación de que sus vecinos y líderes están dispuestos a aceptar que sean daños colaterales en una vuelta a la normalidad.

Más de 7 millones de adultos en Estados Unidos, es decir, alrededor del 3 por ciento, son calificados por los profesionales de la salud como inmunodeprimidos debido a una enfermedad, medicación u otro tratamiento que debilita la respuesta inmunitaria de su cuerpo, lo que significa que enfermedades como el COVID pueden ser más mortales para ellos y que las vacunas ofrecen menos protección.

Decenas de millones de estadounidenses más tienen al menos un padecimiento médico, como asma o diabetes, que los pone en mayor riesgo de contraer COVID. El grado de riesgo puede variar mucho. Muchos viven sin preocuparse, mientras que otros con mayor riesgo han sentido la necesidad de aislarse de la sociedad.

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