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El Cerrito y la historia de las ocupaciones prehispánicas

Vista de la pirámide de El Pueblito, Zona Arqueológica El Cerrito
Vista de la pirámide de El Pueblito, Zona Arqueológica El Cerrito

Entre los años 650 d.C. y 900 d.C., la zona arqueológica de Corregidora se consolidó como el más importante centro ceremonial del valle; el equinoccio de primavera genera la llegada de cientos de visitantes en el lugar este fin de semana largo. Hoy, en especial, la zona arqueológica de El Cerrito, en el Municipio de … Leer más

Entre los años 650 d.C. y 900 d.C., la zona arqueológica de Corregidora se consolidó como el más importante centro ceremonial del valle; el equinoccio de primavera genera la llegada de cientos de visitantes en el lugar este fin de semana largo.

Hoy, en especial, la zona arqueológica de El Cerrito, en el Municipio de Corregidora, recibe a decenas de visitantes en el marco del Equinoccio de Primavera.

¿Conoces parte de la historia de las ocupaciones prehispánicas de esta zona? Gracias al Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) es posible conocer algunos detalles de las diversas épocas de la zona, desde el periodo de ocupación entre el año 500 a.C. y 200 d.C, y hasta el periodo entre los años 900 d.C. y 1,200 d.C.

El INAH detalla que los hallazgos pertenecientes al periodo de ocupación entre el 500 a.C. – 200 d.C., no son arquitectónicos. La evidencia en las piezas arqueológicas reveló algunas figurillas de barro cocido conocidas como ojo grano de café, encontradas en los sitios El Cimatario y El Cerrito.

La siguiente ocupación muestra una cultura regional consolidada, a partir del año 200 d.C., pues si bien durante años se manejó la idea de una fuerte presencia teotihuacana en todo el sur de Querétaro, solamente se han encontrado evidencias de materiales arqueológicos en los sitios La Negreta al sur del valle y en Pie de Gallo al norte.

Sobre La Negreta, el INAH explica que ha sido considerado un sitio de redistribución regional de obsidiana procedentes de yacimientos controlados por Teotihuacán; de igual forma se encontraron vasijas de cerámica como ollitas, cuencos y platos, e imitaciones de formas teotihuacanas procedentes de la ocupación final de Teotihuacán, en el año 650 d.C.

En Pie de Gallo la influencia teotihuacana se muestra en el hallazgo de una máscara labrada en toba volcánica con atributos de un Xipe Totec.

Para el periodo epiclásico (650 d.C. a 900 d.C.) la influencia teotihuacana disminuyó en la zona, situación que permitió el reacomodo poblacional. También surgen los centros políticos y religiosos, una etapa en la que inició la construcción de El Cerrito y cuando se consolidó como el más importante centro ceremonial del valle.

El Cerrito además se convirtió en un modelo de asentamiento poblacional semidisperso, en el que participaron sitios como Santa Bárbara, La Negreta y Balvanera. En este periodo de auge, se incrementaron los asentamientos poblacionales.

El Instituto destaca que se ha planteado que desde finales del periodo epiclásico existió un fenómeno migratorio de grupos procedentes de la frontera norte de Mesoamérica. Estos grupos conocidos como los chichimecas que se desplazaron a través del Altiplano Central, a su paso, fundaron y refundaron monumentales centros ceremoniales y políticos, llamados Tollan, que eran ciudades sagradas, concebidas en un doble plano, eran al mismo tiempo lugares divinos y realidades terrenales.

En su concepción cosmológica El Cerrito representó el origen de los antepasados, puesto que se reproducía el concepto del mundo definido por los Toltecas. El INAH resaltó que El Cerrito, en el período Posclásico Temprano, entre los años 900 d.C. y 1,200 d.C., se presentan los cambios más intensos en el poblamiento del valle.

Este sitio, además de convertirse en un centro ceremonial monumental, con numerosas plazas, salas de columnas, altares y su basamento piramidal, es reconocido a partir de ese momento como un santuario de alcance regional.

En su arquitectura se integraron nuevos símbolos manejados como un arte público, al cual se tenía acceso a través de la escultura en piedra que, ornamentaba las fachadas y espacios abiertos de sus construcciones, la iconografía y sus contenidas son diversos, entre éstos se cuenta con la representación de personajes históricos, señores guerreros, así como guerreros águila, armas como los dardos del átlatl, complementados con glifos numerales y calendáricos.

Se representan también deidades norteñas como Itzpapálotl, pero fundamentalmente se recrea un culto a Quetzalcóaltl en su advocación de venus matutina y vespertina, donde la función de este arte público es la de reproducir el nuevo orden establecido por los toltecas.

AUTORIDADES MANTIENEN OPERATIVO EQUINOCCIO

Durante este fin de semana largo, cientos de visitantes se han dado cita en la Zona Arqueológica El Cerrito, donde autoridades mantienen activo el Operativo Equinoccio de Primavera 2022, en una labor conjunta entre el INAH y el Municipio de Corregidora, en coordinación con Secretaría de Salud, Protección Civil, Seguridad Pública Estatal y Municipal.

La Secretaría de Cultura y el INAH informaron que para el Equinoccio 2022, un total de 137 zonas arqueológicas en todo el país estarán abiertas al público, cuidando en todo momento las medidas sanitarias.

Para entrar a las zonas arqueológicas, es de carácter obligatorio el uso de cubrebocas desde el ingreso y en todo momento, aplicación de alcohol gel y toma de temperatura. Se deberá mantener sana distancia (al menos de 1.5 m entre personas), respetar los aforos y horarios establecidos, evitar ingresar a los espacios cerrados y seguir las indicaciones que señale el personal de cada sitio arqueológico.

Este lunes, El Cerrito operará de 9:00 a 16:00 horas.

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