Concluyó la tan esperada Feria de Fallas 2019 con un balance en lo general positivo. Esto no solo por las 19 orejas cortadas, ni las cuatro salidas a hombros, sino por lo aportado por la mayoría de los diestros actuantes y el destacado juego que algunas ganaderías como Jandilla y Fuente Ymbro mostraron con sus bien presentados encierros.
Iniciemos este análisis por lo primero, la materia prima. Mucho se comentó sobre lo bien presentado y parejo de los encierros.
También, sobre el hecho de que no se devolviera ningún toro después de haber pisado el albero. Sin embargo, a la hora de la reseña si se devolvieron un sin número de animales que a criterio de los Veterinarios no estaban a la altura de una plaza de primera. Destacan sin lugar a dudas toros como “Horroroso” de Jandilla al que inexplicablemente no se le perdonó la vida, y “Damasco” de Fuente Ymbro, ambos premiados con vuelta al ruedo. Quizá la única que dejó mucho que desear, en cuanto a bravura y fuerza, fue la de Zalduendo, por lo demás, todas aceptables en términos de raza y bravura.
En cuanto a los diestros, vale la pena destacar la excelente reaparición de Paco Ureña, la torería de Pablo Aguado quien cuajó excelentes muletazos, la gesta heroica de Octavio Chacón, el empaque de “Finito” de Córdoba, la excelente lidia de Castella a “Horroroso” así como la maestría de López Simón. Sin embargo, el nuevo “Rey” de la fiesta se llama Andrés Roca Rey, y no solo por haber cortado 3 orejas a los toros de Victoriano del Río, lo que le valió de paso ser nombrado triunfador de la feria, sino por la trayectoria constante y ascendente que lleva desde el pasado septiembre del 2015, fecha en la que recibió la alternativa de manos del Maestro Enrique Ponce.
Carrera caracterizada por dos etapas muy marcadas, la primera envuelta en un toreo propio de su edad, pisando terrenos comprometidos, arriesgando a pesar de las consecuencias. A partir del año pasado, su tauromaquia ha evolucionado, sigue manteniendo esa transmisión tan necesaria al tendido pero con una tauromaquia más sólida, con la gran virtud de la improvisación, y con la capacidad de pensar en la cara del toro. Esto aunado a su gran carisma, ha hecho que Roca Rey sea uno de los pocos toreros en la actualidad que pueden llenar un coso, gracias a su valor y a una tauromaquia de gran clase.