Querida lectora, es la disciplina el único talento, con ella puedes llegar a donde quieras, de la destrucción a la elevación, al abismo o al paraíso. La disciplina no solo es positiva, también quién fuma, por ejemplo, es disciplinado. Pues henos aquí en nuestra hermosa disciplina sabatina de compartir experiencias turísticas, haznos llegar tu historia y verás que bien se siente. Seguimos en la Sierra Gorda.
Esta cuarta entrega es sobre el municipio de Peñamiller, uno de los seis que conforman la Sierra Gorda Queretana, esta hermosa reserva de la Biosfera visitada más por fuereños que por Queretanos. Peñamiller es el municipio menos poblado del estado y ubicado en pleno semidesierto. Las cactáceas, sus haciendas y su historia dan un sabor al México rural, que se parece mucho a la mítica Comala, aunque sin tanto drama, ni espanto.
- Cañón del Paraíso. La primera vez vine fue por mi pasión al “Trail”, en moto o a pie, me encanta correr libre por cañadas y veredas, además me encanta soltarme el pelo que siempre traigo muy largo, de ahí que me digan “la Apache” aunque soy rubia. Regresé a visitar el profundo cañón del rio Extoraz en Peñamiller para ver con detalle todos los petroglifos y pinturas rupestres. Me encantó sentí como si entrará a otra dimensión
- Mirador de la Tembladera. Desde este punto de Peñamiller se ve completita la peña que le da nombre a la población. Pese a que tengo años siendo fanática de las cactáceas, nunca había visto biznagas tan hermosas y grandes como las que hay en el mirador. Me acompañó mi primo y fue testigo de lo bien que le va el nombre al lugar.
- La hermandad de la nuez. Soy muy urbana, la verdad nunca me ha gustado andar en los pueblos, eso de “pueblear” no se me da, aunque me la paso muy bien con Mónica y José Luis, pocas veces me apunto a las “caravanas”. Esta vez me convencieron porqué me encantan las nueces, quién iba a decir que este gusto y este viaje me iba a llevar hasta la Patagonia. La feria es en septiembre en Peñamiller y si es cierto que son las mejores nueces del mundo. Ahí conocí a los dos matrimonios argentinos que ahora son tan cercanos para mí, unos son mis suegros y otros sus mejores amigos.