La marcha del silencio que se realizó la semana pasada, como medio pacífico para demostrar el descontento y preocupación de un muy amplio sector de la población contra las políticas y ocurrencias del actual gobierno, fue un muy buen acto cívico pero insuficiente dada la situación grave por la que atraviesa el país.
Fue un buen acto porque fue nutrida, pacífica, civilizada, ordenada y dentro del marco de la ley. Fue buen acto porque muestra que, en estas épocas de hegemonía de partido y pocos o nulos contrapesos por parte del poder legislativo y judicial, la sociedad civil está dispuesta a organizarse y mostrar que no dejará que sus derechos sean ignorados y pisoteados por un gobierno con claros matices autoritarios. Fue buen acto porque una parte importante de los medios de comunicación le dieron una cobertura, que aún ser la cobertura que se daba a otros movimientos similares pero de fuerzas opuestas, fue en general objetiva e imparcial. Fue buen acto porque el gobierno se mostró, a secas, respetuoso de la marcha y no buscó, al menos abiertamente, inhibirla, limitarla o intimidarla.
Ahora bien, fue insuficiente por me parece que no incluyo a todas las personas que tienen alguna oposición al régimen actual; particularmente creo que la marcha concentró desproporcionadamente a personas pertenecientes a las clase media alta y alta, y no logró llamar o incluir a personas pertenecientes a la clase media y media baja. Me parece que la próxima edición de un movimiento similar debe hacer un especial esfuerzo para incluir a este grupo de la población que se verá directamente afectado, si es que no lo ha sido ya, por las políticas erráticas e improvisadas del gobierno que ponen en duda el crecimiento sostenido del país. Fue insuficiente porque muchos medios de comunicación fueron timoratos en su cobertura, de plano no haciendo mención a la misma o dedicando espacios mínimos. Fue insuficiente también por parte de los medios que dieron mayor cobertura porque se limitaron a narrar la expresión de la marcha en sí, sin entrar en el análisis del mérito de las causas que la originaron. Pero lo más importante, fue insuficiente porque el gobierno no dio signo alguno de tener, al menos la intención, de reflexionar sobre las dolencias de esta parte de la población y, en su caso, buscar rectificar el rumbo o mínimo incluir acciones que atiendan a dichas peticiones. Por eso se debe mantener vivo este movimiento, hasta que pasemos del bien al suficiente.
Pal gordito… Quien ande por Chicago, vuelta forzada al Purple Pig para probar su Turkey Leg Confit… ¡bomba de colesterol pero bien vale la pena!