Una de las dificultades que se encuentran emprendedores y profesionales a la hora de crear sus marcas personales es la de comunicar con eficacia su propuesta de valor, así como darse a conocer.
Hablar en público con eficacia, no sólo ayuda a crear discursos persuasivos, establecer argumentos, si no que también mejora la autoestima, la confianza personal, potencia las relaciones y permite posicionar a los emprendedores y profesionales como marcas más sólidas.
Aunque para muchas personas el acto de hablar en público puede resultar incómodo o incluso ser causa de ansiedad. Hay sencillas técnicas que pueden ayudar a los emprendedores y profesionales a posicionarse en un mercado cada vez más competitivo.
La primera es conocer muy bien lo que se quiere comunicar y quien es su público objetivo al que se va a dirigir el mensaje. Para ello es importante preparar lo que se quiere exponer y seleccionar la información relevante.
La segunda es la confianza en sí mismo y creer en el potencial único que tiene cada persona. Muchas veces emprendedores y profesionales pueden dudar de su potencial y talentos, creyéndose inferiores o no válidos para desarrollar un proyecto, lo que afecta negativamente a sus resultados y a la percepción que tienen de ellos mismos.
La tercera es aceptar que los nervios existen y forman parte de la naturaleza humana. Para ello hablar como si no existiera el miedo, utilizando un tono de voz firme, modulando la voz, realizando pausas y gestionando su lenguaje no verbal con movimientos firmes y buena postura corporal.
Y por último, practicar, practicar y practicar. Cuanto más se practica mayor habilidad se desarrolla y más seguridad se gana. Consiguiendo así desarrollar el potencial de cada persona.
El arte de hablar en público es una habilidad fundamental y necesaria para comunicar la marca personal de profesionales y emprendedores. Una buena oratoria y argumentación puede ayudar a sus proyectos impacten a más personas y puedan generar un mayor beneficio.
Para despedirme me gustaría concluir con una frase “Nadie es recordado por lo que un día pudo hacer, pero nunca hizo”.