Miguel Ángel Flores/Lo bueno, lo malo y lo peor
LO BUENO
El Supremo Poder de la Federación se divide, para su ejercicio, en los Poderes Legislativo, Ejecutivo y Judicial. Esta organización del Estado mexicano tiene su razón de ser en el equilibrio y contrapesos que ordenan las facultades de cada autoridad, cada una con armoniosa y necesaria autonomía. Así ha actuado el poder Judicial ante las disposiciones del Poder Legislativo y el Ejecutivo; con sus decisiones, se ha ejercido autocontrol del Estado mexicano. La ley está para cumplirse, y no puede reformarse a capricho cuando ya no convenga a los intereses de unos cuantos. Por ello el Poder Legislativo es clave para los objetivos de la 4T. La contienda electoral no está solamente en la silla presidencial, los partidos en disputa saben la importancia de tener la mayor representación posibles en las cámaras.
LO MALO
La revocación de la candidatura de Santiago Nieto le dio a la 4T otro argumento para justificar sus intenciones de reformar al Poder Judicial. Incluso, Nieto Castillo comparó la revocación de su candidatura con el desafuero que, en su momento hace 20 años, se intentó aplicar en contra del ahora presidente Andrés Manuel López Obrador. En la visión de la 4T, el Poder Judicial es el nuevo enemigo del movimiento y, aprovecharán cada una de las decisiones de los jueces y magistrados en contra de Morena para justificar el argumento. Una jugada engañosa para el elector, peligrosísima para el orden del Estado mexicano.
LO PEOR
Llegamos al primer tercio de las campañas federales, y al menos en Querétaro, los candidatos no han profundizado en las propuestas. Los candidatos de la 4T mantienen la estrategia de descalificar al contrario; los candidatos del PAN, PRI y PRD, mantienen un romántico escenario de querer mantener las cosas que se han hecho bien en Querétaro, pero descuidando los errores, y por supuesto, los pendientes. Hasta el momento, tenemos una campaña de anécdotas más que de contraste de propuestas.