No está mal que nos preocupemos por el coronavirus, que tengamos la alerta y apliquemos los protocolos en nuestras empresas
Miguel Rodríguez
No hay duda de que la declaración de emergencia internacional que emitió la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha generado una alerta global. No es para menos. Los informes, hasta ayer, daban cuenta de 180 personas muertas, 8 mil infectadas y 19 países con presencia del mortal coronavirus. Ya se supo que varias empresas decidieron cerrar sus plantas en algunas regiones de China; fronteras tan importantes como la del Gigante Asiático con Rusia fue cerrada.
Ese pánico mundial, que sin duda nos debe preocupar a todos en América Latina, también nos debe llevar a otra reflexión: ¿estamos haciendo lo correcto para prevenir brotes infecciosos y la propagación de virus? Es un tema que nos debe preocupar a nivel empresarial. Así tenga 10 o 500 empleados, el empresario debe tomar todas la medidas preventivas y coordinar con las autoridades de salud para evitar contagios masivos. En cuanto se identifique que uno de sus empleados presenta síntomas de algún virus, sea respiratorio o de otra índole, es su deber enviarlo a consulta médica. En tal caso, coordine una acción efectiva con su departamento de recursos humanos.
Tenga en cuenta que estas medidas no deben tomarlas solo por la emergencia mundial por el coronavirus. En los países de América Latina, hay otras enfermedades mortales que también se propagan.
Según un informe de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) de 2016, el chagas causa la muerte en promedio de 14 mil personas al año y tiene presencia en 21 países de América Latina.
Así que no está mal que nos preocupemos por el coronavirus, que tengamos la alerta y apliquemos los protocolos en nuestras empresas, pero es importante que no sea simplemente un tema mediático o una “tendencia” y que con ello se siga minimizando el impacto mortal de nuestros propios virus y epidemias, a las que muy poco se les presta atención.