Todos los días, López Obrador acude a la llamada “mañanera”, dictando conferencias de prensa que han sido cuestionadas desde la primera ocasión
Paul Ospital
El gobierno del presidente López Obrador se ha caracterizado por muchos puntos; siendo uno de los más destacados, su constante y permanente diálogo, si es que se puede llamar así, con la prensa.
Todos los días, López Obrador acude a la llamada “mañanera”, dictando conferencias de prensa que han sido cuestionadas desde la primera ocasión, hasta la última.
¿La razón? Están plagadas de datos imprecisos, verdades a medias y por supuesto, mentiras rotundas que no buscan informar, sino que se han convertido literalmente en propaganda política.
Lo grave de esto es que pareciera que al gobierno federal no le bastó con mentirnos o engañarnos cada mañana; sino que, ahora, decidieron hacerlo también en las tardes; dos veces al día, doble dosis de mentiras, doble montaje.
Con la pandemia por el COVID-19, llegó a una nueva puesta en escena, protagonizada por el Dr. Hugo López Gatell; quien a lo largo de estos meses ha demostrado como le fallan una y otra vez sus pronósticos. Las “tardeadas” de Gatell nos han servido para percatarnos de su falta de técnica, su abundante imprecisión y sus constantes contradicciones.
El resultado es que una cosa son sus dichos vespertinos y otra muy diferente es la realidad de los mexicanos.
Situación que es alarmante, porque lo que comenzó como un buen ejercicio de información cotidiana, diaria y constante; hoy se ha convertido en un desprestigio, no solamente nacional, sino a nivel mundial.
Muestra de ello es el hecho de que en casi todos los países hay decisiones firmes sobre el uso del cubrebocas y el distanciamiento social. Aquí, en México, un día se dice una cosa y al otro día lo contrario.
Pero lo verdaderamente preocupante, no es la comunicación, sino la toma de decisiones derivadas de ella. Decisiones que hoy, lamentablemente, han puesto a nuestro país en el cuarto lugar mundial en decesos por el COVID-19. Hoy, la curva de contagios sigue aumentando a pesar de que los pronósticos del señor Gatell nos dijeron que el 10 de mayo en el pico de la pandemia.
Es así, porque todas las tardes se juega a dar información que no contradiga lo que dice el presidente en la mañana. Se juega a lo que sea políticamente útil; más allá de cuidar la salud.
Ahí están los resultados, las declaraciones. Sus conferencias son la constancia que han dejado, de que este gobierno normaliza todas las mañanas, y ahora todas las tardes; su incompetencia disfrazada de honestidad. El pueblo los juzgara.
MT