Por otro lado, y de forma desafortunada, los miembros de estas comunidades devalúan su valor entre la sociedad. Su trabajo es “regateado” y se les asocia con cierta inferioridad laboral desde una visión clasista y equivocada. En sintonía con esta primera reflexión, quisiera mostrarle estimada o estimado lector, que estructuralmente podemos ver una exclusión cuando, por ejemplo, se da por entendido que la lengua oficial mexicana es el castellano; por el contrario, al tener un sistema multicultural y con perspectiva de derechos humanos, todas las lenguas deben de ser practicadas.