Hugo Lora
Todos pensamos que las próximas elecciones presidenciales todavía están muy lejos, pero, siendo realistas, ya faltan menos de dos años para que inicie el proceso electoral. Yendo hacia atrás, vemos que el que se llevó a cabo en 2018 comenzó desde el 1 de abril de 2017 y es por eso que recientemente hemos escuchado de las aspiraciones de distintos actores políticos en diferentes partidos. El día de hoy hablaremos de los candidatos del presidente.
Hasta ahora, la ungida es Claudia Sheinbaum, actual gobernadora de la Ciudad de México, y señales han sobrado: el lugar en primera fila que ocupó dentro del tercer informe de Gobierno, siendo la única titular de un Ejecutivo estatal invitada; la gira por Chiapas a la que acompañó al presidente hace algunas semanas; su presencia en las mañaneras del Ejecutivo; y la protección que ha tenido por parte del paraguas presidencial en tragedias que la salpicaron como el colapso del Colegio Rébsamen y la caída de la Línea 12.
El segundo es el canciller Marcelo Ebrard, quien sin duda ha sido de los únicos titulares de dependencias federales que han brillado durante el sexenio. Su principal reflector ha sido el abastecimiento de vacunas durante este periodo de pandemia, que podríamos decir que en su aplicación ha dejado mucho que desear.
El tercero, pero no por eso menos relevante, es el coordinador del grupo parlamentario de Morena en el Senado, Ricardo Monreal. Dicen por ahí que la imitación es la mejor forma de admiración y el se está convirtiendo en lo que Andrés Manuel era para los dirigentes de izquierda en sus inicios: fiel, pero retador, y tiene fuerzas y lazos en varios frentes. Esta ‘enemistad’ que se ha dado con el presidente puede fortalecerlo y, haciendo de conspirador, puede ser planeada. La tendencia a moderarse y la separación del poder central han sido, en muchas ocasiones, la ficha que juegan los candidatos que buscan continuidad de un partido frente al Ejecutivo en turno. Así que no nos sorprendamos si el senador nos da una sorpresa.
Por parte de los demás partidos, aún no vemos a un candidato claro, pero pronto las cosas se irán esclareciendo, porque lo que nosotros vemos en un periodo electoral es resultado de trabajos y negociaciones que empiezan cuando pensábamos que las cosas estaban más tranquilas.