Ayer un juez federal decidió que Emilio Lozoya, el exdirector de Pemex, permanezca en prisión preventiva por petición de la Fiscalía General de la República. También indicó que el imputado no cumplió con los requisitos para permanecer en el criterio de oportunidad, es decir, como testigo protegido.

Con ello, la trama en torno a los sobornos de Odebrecht para presuntamente aprobar la reforma energética impulsada por el entonces presidente de México, Enrique Peña Nieto, seguirá latente.

No obstante, parece que el hecho de que Lozoya esté en prisión preventiva responde más a apagar el fuego mediático en torno a la inmovilidad de la Fiscalía sobre este y otros casos relacionados con la corrupción.

Las críticas alrededor del fiscal Alejandro Gertz se intensificaban luego de que Lozoya fuera captado en una cena en un restaurante lujoso y que, tras varios meses como testigo protegido, el imputado no ha aportado las pruebas suficientes respecto a la red de sobornos en el Gobierno de Peña Nieto. Aún seguiremos viendo capítulos de esta trama de la cual se espera que no acabe en hechos de impunidad por el bien de la justicia y de la credibilidad de las instituciones del estado.

Otro asunto que sigue en auge es la disputa interna en el PAN respecto a los dichos de Marko Cortés con miras a las elecciones de 2022. El gobernador Kuri convoca a la unidad, mientras que a nivel nacional cuadros relevantes de Acción Nacional atizan la hoguera contra el dirigente nacional. Veremos en qué termina el asunto.

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