Raúl Lorea
Tras las reiteradas declaraciones en medios de comunicación que han realizado tanto el secretario de Desarrollo Urbano y Obras Públicas como el propio gobernador del estado de Querétaro, considero que a todos nos deben quedar claras dos cosas: que el segundo piso ya no se hará y que sí se intervendrá la avenida 5 de Febrero con una “regeneración urbana”.
Seamos conscientes de que la avenida 5 de Febrero requiere de una intervención que, por sí sola, no será la solución definitiva a los problemas de movilidad, y de que se requieren acciones complementarias en el resto de la ciudad.
Será de gran valor que el Gobierno estatal ejerza su liderazgo natural para congregar a las autoridades de los municipios conurbados, activistas, colegios de profesionistas, académicos, especialistas y la sociedad en general en más mesas de trabajo donde todos podamos sumar y ser parte de este gran proyecto que podría ser el detonante que Querétaro necesita para cambiar la forma de hacer obra pública desde la participación social y colaborar todos en conjunto para lograr un proyecto que procure tangiblemente la pirámide de movilidad.
Las autoridades municipales deberán sumarse a este cambio, desarrollando proyectos o programas complementarios en favor del ciclismo urbano, la peatonalidad, la ecología, la accesibilidad universal y la perspectiva de género como base para contribuir a mejorar la movilidad desde sus alcances municipales. Hagamos algo por Querétaro, porque finalmente todos somos peatones.