Seth Pérez
Entendemos que evitar popotes plásticos ayuda a “salvar al planeta”. Sin embargo, hay que mirar más lejos para crear nuevos modelos económicos y no solo acciones aisladas. El vaso contamina más que el popote y también hay muchas artesanías contaminantes que no sería viable prohibirlas sino crear modelos sustentables y de economía circular. ¿Cómo contaminan?
Las tres fuentes de contaminación de muchas artesanías radican en primer lugar que utilizan pinturas que afectan al medio ambiente por contener altas concentraciones de materiales pesados como el mercurio, plomo, cadmio y componentes organicos volátiles como la acetona. Además de afectar la salud de quienes las utilizan muchos tiran los residuos del taller, solventes y material altamente contaminante, en alcantarillas y drenajes públicos. Por último, muchas artesanías a los pocos meses terminan en el basurero porque sirven de adorno temporal y ocasional.
El camino es encontrar alternativas para mejorar la cadena de fabricación para mantener el trabajo de artesanos con productos que tengan una utilidad mayor o un segundo fin. Adicionalmente, pagar un extra a quienes utilizan productos ecológicos y amables con el medio ambiente y con procesos de disposición de residuos en lugares especializados. ¿Usted cómo ayuda?