Recientemente, la revista Forbes ha publicado comentarios de alerta de Moody’s Analytics sobre desequilibrios internos y externos en la economía mexicana.
La alerta va en el sentido de un incremento en la demanda interna por encima de la producción, con referencia a lo que sucedió en la gran crisis sufrida en el año 1994, aunque señala que las condiciones son diferentes.
En su análisis, Moody’s documenta que existe hoy un exceso de demanda a un nivel del 6.5 por ciento del PIB, mientras que en 1994 era del 4 por ciento. Además, el déficit externo es del 7 por ciento del PIB, mientras que en el 94 era del 4 por ciento.
El exceso de demanda interna sobre la producción repercute en presiones inflacionarias y en desequilibrios externos debido a que aumentan las importaciones.
Los factores a los que se atribuyen esos desequilibrios son la inadecuada política monetaria, las transferencias monetarias del Gobierno, la política de aumentos al salario mínimo por encima de la inflación y el creciente volumen de remesas del exterior.
Además, existe el fortalecimiento del peso como factor de desequilibrio externo, sumado al programa fiscal expansivo del Gobierno.
Lo que es previsible, de acuerdo con esto, es que la vulnerabilidad de la economía se acrecentará por vía de mayor inflación y desequilibrios externos acrecentados en la cuenta corriente de la balanza de pagos, con el riesgo de un ajuste brusco que a nadie quisiera volver a sufrir.
Ante ello, no se percibe intento de corregir los desequilibrios.