Editorial: Unión para la seguridad

Los lamentables hechos sucedidos el pasado 9 de noviembre en la capital queretana marcan un antes y un después para el imaginario colectivo. Lo que queda de la tragedia es que los queretanos fortalezcan la unión y solidaridad para enfrentar un enemigo común: la delincuencia.

En este sentido, se requiere reforzar los lazos de colaboración en materia de seguridad entre los tres niveles de Gobierno, que permitan mantener la calidad de vida que ha caracterizado a la entidad. Más allá de filiaciones políticas, la seguridad no debe ser objeto de golpeteo político, pues la delincuencia no distingue ideología. Lo que queda como ciudadanos es la unión que posibilite rehacer el tejido social.

Hay mucho por hacer y, pese a que el hecho delictivo sucedió en el corazón de la entidad, es aislado. Esto no debe convertirse en la cotidianidad, como lamentablemente ocurre en otras entidades del país que ya están inmersas en una espiral de violencia y con territorios en disputa de grupos delincuenciales. En nuestra edición de hoy, le damos a conocer los detalles sobre la postura estatal en torno al tema, así como el fortalecimiento a revisión de bares y antros.