Editorial: Tela de dónde cortar

El asunto de derechohabientes del Infonavit defraudados en un esquema de corrupción parece que no quedará en una denuncia en la Mañanera del Pueblo, por parte del director general del Infonavit.

Al afectarse el patrimonio de trabajadores que con sacrificios buscan acceder a un crédito de vivienda, el hecho de que funcionarios hayan participado en una red de complicidades para defraudarlos seguirá un cauce legal que sin duda afectará incluso las entrañas del funcionamiento de mecanismos legales como el tema de las notarías.

Tal como sucedió con el tema de jueces, ministros y magistrados, al verse comprometida la forma en la que emitía sentencias y que derivó en la reforma judicial, la naturaleza de los notarios es dar fe y certeza de los actos jurídicos y, si estos carecían de toda certeza y caían en la ilegalidad, ¿qué nos espera? Por ello, quizá desde el Poder Ejecutivo pondrán atención en la forma en que operan las notarías en los estados, y sobre todo la manera en que estas son otorgadas.

En muchos estados, a unos días de que el gobernador en turno concluya su encargo, se entregan notarías a personajes afines. Si bien está establecido en las leyes locales, la pregunta ante todo este asunto de la defraudación en tema de vivienda es ¿qué tanto sirven estos mecanismos para combatir temas de corrupción y sobre todo en asuntos del patrimonio de trabajadores?