“Sin Rumbo”, más que una muestra fotográfica, invita a su lectura

Juan José Díaz Infante exhibe su obra fotográfica “Sin rumbo”, a la que considera más que una exposición, una intervención en las paredes de un restaurante de esta capital

El artista de la lente Juan José Díaz Infante exhibe su obra fotográfica “Sin rumbo”, a la que considera más que una exposición, una intervención en las paredes de un restaurante de esta capital, donde permanecerá hasta diciembre.

Creador, experto en tecnología y cultura y Director de la Agencia Espacial Civil Mexicana, expresó que con lo que se recaude de la venta de algunas obras, desea concretar el lanzamiento de un satélite de cultura y arte, de manera ciudadana, sin compromisos de ninguna índole burocrática.

Esto tiene que ver con mi historia y con el restaurante Estoril, por ejemplo, a uno lo llevaban desde niño a ese lugar como un premio, y para mí era muy importante, porque cuando uno se reencuentra con sus raíces, viene a la memoria muchos recuerdos”, expresó el artista.

Díaz Infante comentó que lo invitaron a montar a esa exposición, conformada por más de cien imágenes y decidió que lo haría llevado por su diario de viajes, que precisamente ha trabajado desde hace año y medio. Un poco a partir de una reflexión de regreso al oficio.

Por lo que podría llamarse como una exposición retro, pues tiene que ver con el año de 1975, con fotografías de manera clásica, el manejo de la luz, de los valores fotográficos y básicamente estableciendo que para ser artista no se necesita el tema, sino la obra se da sola y no le pide prestada la energía al tema”, comentó.

Al referirse al espacio, Infante aseguró que eso genera una distancia diferente al público, porque aquí, uno está interactuando con la pared, y con el comensal, un poco esa interacción es como abrir un diálogo.

El cliente, además de degustar en el restaurante, podrá recorrer la exposición fotográfica, que contiene imágenes de países como España y Turquía, y de ciudades como Nueva York, París, Londres, y Oaxaca.

Es una invitación a la lectura, pero a la lectura de la imagen, a contemplar una fotografía como un documento que refleja la experiencia de quien la creó”, dijo.