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Lo que los médicos del frente de batalla desearían haber sabido

Lo que los médicos del frente de batalla desearían haber sabido
Lo que los médicos del frente de batalla desearían haber sabido

Para la enfermedad que impulsa esta pandemia, ciertas prácticas médicas de emergencia consolidadas han desaparecido casi de la noche a la mañana Jim Dwyer Hace casi un mes, la gente enferma del nuevo coronavirus comenzaba a llegar sin parar a los hospitales del área metropolitana de Nueva York, que se convertiría en el epicentro de … Leer más

Para la enfermedad que impulsa esta pandemia, ciertas prácticas médicas de emergencia consolidadas han desaparecido casi de la noche a la mañana

Jim Dwyer

Hace casi un mes, la gente enferma del nuevo coronavirus comenzaba a llegar sin parar a los hospitales del área metropolitana de Nueva York, que se convertiría en el epicentro de la pandemia en Estados Unidos.

Ahora, los médicos de la región han comenzado a compartir entre ellos cómo ha sido restructurar, sobre la marcha, sus sistemas de atención médica, su práctica profesional y sus vidas personales.

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“Lo que creíamos que sabíamos, no lo sabemos”, dijo Nile Cemalovic, médico de cuidados intensivos del Centro Médico Lincoln en el Bronx.

Llega equipamiento médico a la ciudad de Querétaro
Llega equipamiento médico a la ciudad de Querétaro/ Foto: Especial

La medicina de manera rutinaria se transforma, de generación en generación. Para la enfermedad que impulsa esta pandemia, ciertas prácticas médicas de emergencia consolidadas han desaparecido casi de la noche a la mañana.

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El cambio más grande: en lugar de sedar rápidamente a las personas que tenían niveles sorprendentemente bajos de oxígeno para después ponerles respiradores mecánicos, muchos médicos ahora están manteniendo conscientes a los pacientes, les piden que se pongan de lado en la cama, que se reclinen en sillas y sigan respirando por sí mismos —con oxígeno adicional— durante el mayor tiempo posible.

La idea es evitar que estén acostados y, por lo tanto, permitir que haya más espacio para los pulmones. Algunos médicos incluso les piden a los pacientes que se recuesten en colchones especiales de masaje diseñados para mujeres embarazadas porque tienen espacios que alivian la carga del estómago y el pecho.

Otros doctores están reajustando las máquinas de respiración CPAP, normalmente utilizadas para ayudar a las personas con apnea del sueño, o han combinado válvulas y filtros. Para algunos pacientes enfermos de gravedad, un respirador quizá sea la única esperanza real.

También está el espacio necesario dentro de los edificios y la mente de las personas. En un instante, cada vez más vestíbulos y cafeterías se convirtieron en alas hospitalarias; la tecnología de telemedicina rara vez utilizada se han disparado repentinamente, y los médicos están sosteniendo conferencias virtuales al lado de las camas de los pacientes con familiares que se encuentran en otros lugares; los médicos se obligan a separarse física y emocionalmente de los campos de batalla donde el oponente, el coronavirus, nunca hace un alto al fuego, como sí lo ha hecho el resto de la sociedad.

Más de 12 mil personas han muerto a causa del coronavirus en Connecticut, Nueva Jersey y Nueva York, donde hay más de 260 mil casos confirmados. Casi con seguridad, esas cifras subestiman las muertes, reconocen los funcionarios, pues las pruebas realizadas a las personas vivas y muertas siguen siendo irregulares.

Los médicos de la zona de Nueva York no han descubierto ninguna manera infalible de combatir la COVID-19 —la enfermedad causada por el virus— y no ha pasado suficiente tiempo para saber si sus improvisaciones son eficaces, dijo Anand Swaminathan, profesor clínico adjunto de medicina de emergencias del Centro Médico de la Universidad de San José en Paterson, Nueva Jersey.

Nadie sabe si alguna de estas medidas servirá de algo. “Estoy seguro de que tendremos muchas respuestas en meses”, dijo Reuben Strayer, médico de urgencias del Centro Médico Maimonides en Brooklyn. “Desafortunadamente, eso no nos ayuda en este momento. Se debe empezar en alguna parte”.

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