Consecuencias económicas por Covid-19 pueden extenderse 3 años

Consecuencias económicas harán que escuelas públicas se tengan que fortalecer para aumentar su capacidad

 Khalid Osorio

Las consecuencias económicas derivadas de la crisis por la COVID-19 se pueden alargar hasta tres años, en los cuales las instituciones de educación pública deberán fortalecerse para aumentar su capacidad. Se prevé la disminución de la matrícula de alumnos inscritos en instituciones de educación privada para integrarse al sector público, el cual dijo el doctor Benjamín González Roaro, tiene la capacidad para atender este tipo de requerimientos, pues no es la primera vez que sucede un fenómeno similar en México.

Benjamín González Roaro hizo referencia a la crisis en el año 1995, cuando se desempeñó como subsecretario de Educación en el sexenio del presidente Ernesto Zedillo. Debido a la contracción económica de ese año, hubo un alto grado de desempleo. En este caso, las escuelas privadas disminuyeron su matrícula porque la situación económica de los padres no les permitió cubrir las cuotas y emigraron al sistema público que tuvo la capacidad de asimilar la matrícula extra.

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“Probablemente en esta ocasión la matrícula que demande un espacio en la educación pública sea mayor. Pero la experiencia nos dice que sí puede el sector público asimilar esa demanda extra, y la experiencia fue que eso no duró más de un año, pues el siguiente año se volvieron a liberar los porcentajes de participación entre escuelas públicas y privadas”, explicó Benjamín González.

Las consecuencias académicas por el paro de labores en las instituciones educativas afectará de distinta manera de acuerdo al nivel educativo, explicó el doctor Roaro, en el nivel superior y medio superior, normalmente se cuenta con herramientas suficientes para facilitar la enseñanza y la comunicación entre docentes y estudiantes, por lo cual las consecuencias negativas en el aprendizaje de los alumnos se pueden minimizar.

Los estudiantes que cursan primaria y secundaria son los que corren un mayor riesgo ya que difícilmente contarán con este tipo de herramientas. Además, las habilidades tecnológicas para utilizar este tipo de herramientas no están completamente desarrolladas.

La brecha tecnológica es también una condicionante que limita a los estudiantes para realizar este tipo de actividades. “Si hablamos de las escuelas públicas, los alumnos que van a estos planteles, en su enorme mayoría, no tienen los bienes tecnológicos en sus hogares, por lo cual no podrían seguir clases en línea”, expresó Benjamín González.

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Existen niveles en los cuales, las habilidades, la destreza y los conocimientos requeridos difícilmente se pueden transmitir a través de una computadora “Cuando los niños están aprendiendo a leer y escribir o hacer operaciones aritméticas que requieren razonamientos abstractos, es muy complicado hacerlo exclusivamente a través de la computadora”, explicó.

El ciclo escolar difícilmente se perderá, pues dijo que la Secretaría de Educación Pública cuenta con herramientas administrativas para determinar una forma de evaluación. Sin embargo, indicó que el plan de estudios del año siguiente debe replantearse para reforzar los conocimientos que no se reforzaron durante el periodo inactividad.

GMCS