Servicio de Justicia Militar, en crecimiento por apertura a la sociedad civil en Querétaro

Gonzalo Flores

El Servicio de Justicia Militar, en los últimos dos años, ha presentado un incremento importante de personal, pues se han generado hasta 150 reclasificaciones de elementos del Ejército en este periodo. Además, tan solo en 2021, han ingresado al instituto armado 100 personas de la sociedad civil, todos con título en licenciatura en Derecho en todo el país.

La subteniente de Justicia Militar y licenciada Mirna Karina Gómez Neave, asesora jurídica de la 17ma. Zona Militar, en entrevista exclusiva para AM de Querétaro, reveló que antes de 2020 era un servicio muy pequeño.

No obstante, a raíz del crecimiento de la población militar en los últimos años, y ante la falta de un plantel militar que contemple la carrera en Derecho, es que la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) abrió por primera vez la opción para que abogados de la sociedad civil se integrarán al Ejército Mexicano para ejercer la especialidad.

“En los últimos dos años han aumentado las vacantes para el Servicio de Justicia Militar. Antes de 2020 las vacantes que se otorgaban para el Servicio de Justicia Militar eran 30 por año para todo el país. Hace dos años esto aumentó a 70 vacantes y se ha vuelto una gran oportunidad para abogados que ya pertenecen al Ejército, pero por alguna cuestión no habían hecho su reclasificación para que se incorporen a este servicio”, indicó.

Gómez Neave agregó que hay asesores jurídicos que no son del Servicio de Justicia Militar. “Son infantes, oficinistas, pero tienen la licenciatura y por la falta de personal el mando se apoyaba en ellos, por lo que al final se decidió aumentar las vacantes para fortalecer el servicio.

En 2020 el número de vacantes aumentó a 70 y para 2021 hubo dos concursos de reclasificación que contemplaban 120 y 30 vacantes. En total el año pasado se reclasificaron al Servicio de Justicia  Militar aproximadamente 250 elementos en un solo año, cuando antes solo eran 30 por año debido a la necesidad que al final tuvo la Sedena de cubrir todas las regiones que tiene en el país, porque estamos a nivel nacional y también con la participación de la Guardia Nacional en la que también se buscó cubrir los lugares de los asesores jurídicos de todas sus coordinaciones”.

Sin duda, se trata de una área de oportunidad para civiles, ya que en 2021 se abrió una convocatoria para el personal civil para cubrir 100 vacantes. “Hubo mucho interés, alrededor de 200 personas buscaron ingresar pero solo eran 100 vacantes. Al ingresar, se otorgan todas las obligaciones y beneficios de pertenecer al Ejército”.

Los abogados interesados presentaron su examen y al ser aceptados, comenzaron con su adiestramiento normal como todos los militares. “Se realiza el proceso aunque un poco más avanzado porque la persona va automáticamente a un área especializada, ya no es de lo general a lo particular sino que ya es a una área específica”.

Desde 2020, añadió, la convocatoria se anuncia cada inicio de año. “Antes no se abría de esta forma pero se hizo por la misma necesidad de personal. Para ingresar las personas deben estar titulados así como para cualquier carrera o especialidad que se ejerce dentro del Ejército”, señaló.

El detalle es que la Sedena y su servicio de formación no cuenta con escuelas de abogados. “Tiene escuelas para todo lo demás y es una dependencia autosuficiente pero carece de abogados formados internamente”.

 SERVICIO DE JUSTICIA MILITAR, A DETALLE

El Servicio de Justicia Militar en México se remite a la época prehispánica de los aztecas. Después de la independencia de México se continuó aplicando, pero el Sistema de Justicia  como lo conocemos ahora nació en 1956.

La subteniente Mirna Karina Gómez destacó que la disciplina dentro del Ejército siempre ha sido lo más importante “porque es lo que ha hecho que permanezca durante tantos años, ya con la actualidad se ha ido modificando por la protección a los Derechos Humanos”.

Los procedimientos, dijo, son muy similares al derecho civil, son los mismos protocolos y también se hacen juicios, se va a prisión, pero lo que varía en cuestiones de las penas son los delitos como la insubordinación, por ejemplo.

También hay otras situaciones que se consideran como faltas administrativas dentro del instituto militar, las cuales se hacen del conocimiento de un Consejo de Honor, “que ya no es un juicio como tal pero es un procedimiento administrativo que se realiza internamente”.

El Consejo de Honor por ejemplo, determina la baja de un elemento militar dependiendo de la falta cometida. Un juicio, por el contrario, es para calificar y castigar un delito.

El Servicio de Justicia Militar es el que se encarga de regular y proponer leyes al Poder Ejecutivo para estar a la par del derecho civil.

“Es muy similar el procedimiento de la justicia civil, casi es idéntico, lo que cambian son los delitos porque nosotros tenemos en lugar del Código Penal Federal el Código de Justicia Militar donde se estipulan los delitos que los elementos del Ejército pueden cometer. También se señalan los castigos como prisión y dependiendo de la pena son los años de cárcel”.

Hay tres prisiones militares en el país, una en Ciudad de México, otra en Mazatlán, Sinaloa, y la tercera en Jalisco.

“Los delitos son los mismos pero cuando se envía a alguien a una prisión militar es porque el delito fue entre mismos militares. En caso de que se afecte a un civil, el proceso ya es dentro del Sistema de Justicia Civil”, detalló.

El artículo 13 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, estipula lo que es el fuero de guerra, “es el fuero que nosotros tenemos y la facultad que se nos otorga para los delitos que son entre militares”, resaltó.

Es importante que cuando un militar comete un delito en materia civil, que no tiene nada que ver con su oficio, se juzga normal en el medio civil, pero él puede solicitar que se traslade a una prisión militar y se evalúa si se otorga o no.

A raíz de la reforma Constitucional en materia de seguridad y justicia del 18 de junio de 2008, impactó al procedimiento penal militar y a los Tribunales Militares, los que son sustituidos por Tribunales Militares de Juicio Oral, Juzgados Militares de Control y Juzgados Militares de Ejecución de Sentencias, así como, la readecuación de la división territorial en cuanto a la competencia jurisdiccional del Tribunal Superior Militar, los Jueces de Control y Tribunales Militares de Juicio Oral.

Dicha reforma es promotora de los derechos humanos de la víctima y de la persona procesada, motivo por el cual, la Sedena mantiene una preparación continúa, tanto en el ámbito estructural, como en la capacitación a su personal, para cumplir adecuadamente con este nuevo esquema, el cual tiene como reto hacer más expedita y eficiente la procuración y administración de justicia.

“Aunque la reforma es de 2008, en el Ejército se implementa en 2016, ya que se tuvo que capacitar y cambiar toda la estructura del Sistema de Justicia, pues se adecuaron los juzgados para los juicios orales y otros procesos. Nos adecuamos y comenzamos a implementarlo en agosto de 2016 y tuvimos que reformar la legislación interna y crear el Código de Procedimientos Penales”, comentó.

A todos los elementos que ingresan al Ejército Mexicano, desde su adiestramiento, se les brindan las leyes y reglamentos para su comportamiento.

A nivel regional son cuatro asesores jurídicos y un Ministerio Público los que conforman el Sistema de Justicia Militar. “Aquí hay un Centro de Justicia del que nosotros dependemos y que nos corresponde por jurisdicción que está en Guanajuato, ahí se encuentra la agencia del Ministerio Público y si se interpone una denuncia ahí es donde se lleva el proceso y dónde también se cuenta con defensores de oficio.

“La importancia y el fin es preservar la disciplina o salvaguardar que se cumpla, es un servicio muy importante porque en la actualidad la dependencia como tal ha requerido últimamente de más abogados”, concluyó.