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Presencia de jacarandas en la ciudad detona riesgos ambientales e hídricos

El consumo excesivo de agua por parte de las jacarandas puede afectar a otras especies vegetales y a los mantos acuífero

Las jacarandas son árboles ornamentales muy populares en muchas ciudades debido a su hermosa floración morada, sin embargo, su cultivo en zonas urbanas puede presentar algunos riesgos y desafíos.

De acuerdo con un estudio publicado por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), en la que participó Ivonne Guadalupe Olalde Omaña, especialista en árboles del Instituto de Biología esta especie es considerada invasora ya que altera la red de interconexiones con otros microorganismos de la zona.

En Querétaro, así como en otras urbes del país, cuenta con una gran cantidad de estos árboles, principalmente sobre el Acueducto o en colonias como La Cañada, Campanario, Juriquilla y El Pueblito, por lo que los especialistas indican que interrumpen el equilibrio de la fauna y flora autóctonas de México, además al ser introducidas en este entorno, desplazan a los árboles nativos al ocupar su espacio físico.

Sergio Ríos Lugo, licenciado en Ciencias de la Tierra, señaló que además de los problemas biológicos que traen las jacarandas al entorno también son árboles que requieren una cantidad significativa de agua para crecer y florecer adecuadamente.

Jacarandas podrían ser un problema

“Esta demanda hídrica puede representar un problema en entornos urbanos donde el suministro de agua es limitado y se deben gestionar de manera eficiente los recursos hídricos”, expresó.

Añadió que el consumo excesivo de agua por parte de las jacarandas puede afectar a otras especies vegetales y a los mantos acuíferos de varias maneras.

Al requerir una gran cantidad de agua, las jacarandas pueden competir con otras especies vegetales por este recurso, lo que puede resultar en una disminución de la disponibilidad de agua para otras plantas en el entorno urbano.

De acuerdo con el especialista, esto puede llevar a la sequía y la muerte de otras especies vegetales menos tolerantes a la escasez de agua.

“Es importante considerar estos aspectos al planificar la plantación de jacarandas en entornos urbanos y adoptar medidas para gestionar de manera sostenible el consumo de agua por parte de estas especies, como el uso de sistemas eficientes de riego, la selección de especies vegetales más resistentes a la sequía y la promoción de prácticas de jardinería sostenible que contribuyan a la conservación de los recursos hídricos y la biodiversidad en las ciudades”, añadió.

Con información de Braulio Colin

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