Glaucoma, una enfermedad silenciosa que termina con la vista
Las personas no saben que padecen la enfermedad porque no da síntomas de estar presente
Khalid Osorio
El 12 de marzo se conmemora el día mundial del glaucoma, una enfermedad silenciosa que no presenta síntomas perceptibles hasta encontrarse en fases avanzadas.
La doctora Mariana Badillo, jefa de departamento de glaucoma del Instituto Mexicano de Oftalmología IAP explicó que la enfermedad ataca principalmente el nervio óptico, que une al cerebro con el ojo para tener múltiples funciones visuales.
“El glaucoma la mayoría de las veces se asocia por una presión intraocular elevada, el paciente no puede saber que tiene la presión del ojo elevada hasta que no acude a una revisión oftalmológica y lo que la enfermedad va generando a través del tiempo de su evolución es una pérdida del campo visual”, explicó la doctora Mariana Badillo.
Existen muchas formas y tipos de glaucoma, pero el más común es el que afecta a la población adulta. Sin embargo, existen niños y jóvenes que padecen glaucoma sin saberlo.
En el marco de la conmemoración del día mundial del glaucoma, la doctora Mariana Badillo invitó a la población a realizarse un examen para detectar esta enfermedad de forma temprana a fin de brindar un tratamiento que ayude a aminorar los efectos que produce, ya que esta enfermedad no tiene cura.
El tratamiento para el glaucoma depende del grado de avance de la enfermedad, va desde la aplicación de gotas para disminuir la presión del nervio óptico, tratamiento a través de técnicas con láser e incluso cirugías en su etapa más desarrollada.
En Querétaro, el Instituto atiende más de 100 consultas por día a través de las cuales se puede detectar el glaucoma de manera temprana. La recomendación es realizar un examen de manera anual para comenzar un tratamiento temprano en caso de ser detectado con esta enfermedad.
“Cómo oftalmólogos, desde que nace el niño recomendamos realizar un tamiz oftalmológico para detectar enfermedades oftalmológicas que están asociadas o se presentan de forma congénita. Se recomienda sobretodo que a partir de los 40 años se realicen una detección o una revisión anual. Sin embargo puede ser en cualquier edad”, mencionó la doctora.
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