50 años de zapatear tradición

Los sanjoaquinenses abren las puertas de sus casas para hospedar a los visitantes en el Concurso Nacional de Baile de Huapango Huasteco

Carlos Gutiérrez 

Dicen los que saben de esta bella tradición que el Huapango se baila con el corazón y con los pies, y es esa conjunción la que cobra vida en la tarima y resuena en todo el país.

La esencia artística de las seis huastecas de México se dieron cita nuevamente en el pueblo. Mágico de San Joaquín, para dar la 50 edición del tradicional Concurso Nacional de Baile de Huapango Huasteco.

Más de 630 parejas concursantes – un nuevo récord – salieron al escenario durante estos dos días de celebración para mostrar por qué la fiesta del Huapango es uno de los valores culturales y patrimoniales más importantes de nuestro país.

De estreno

Para esta edición de aniversario 50 de la fiesta huapanguera , el gobierno de Querétaro llevó a cabo la construcción de la Nueva Casa del Huapango Profesor Cresenciano Hernández Barajas, un recinto con mayor capacidad (2,050 personas) y que fue estrenado este viernes como sede del este iconico concurso en San Joaquín.

Miles de visitantes (10 mil a lo largo de dos días) hicieron fila desde temprana hora del viernes para poder estar presentes en la inauguración de este recinto, a manos de Pancho Domínguez, gobernador del estado, quien resaltó el valor de este municipio y del Huapango.

En entrevista para este medio, Domínguez Servién dijo sentirse orgulloso de este encuentro cultural y sobretodo porque “Hemos destinado una inversión sin precedente en la zona serrana en materia de infraestructura cultural la más grande en Querétaro, y el resultado es este recinto, la catedral del huapango aquí en este bello municipio”.

“Es una gran experiencia estar aquí y vivir este concurso, desde la músicos de los tríos, las vestimentas, y la actitud de los concursantes, hasta la evaluación de los jueces que durante horas observan a los participantes”.

Finalmente, el gobernador precisó que en 2011,el concurso de huapango se encontraba entre los tres eventos culturales más importates de México, junto con la Guelagetza y el festival Cervantino.

” Qué viva el huapango, que viva San Joaquín, qué viva Querétaro y que viva México”, destacó el mandatario.

Pasión e identidad

Sin duda, esta fiesta se ha convertido, con el paso del tiempo, en una de las máximas expresión culturales en el estado. Desde su primera aparición, un 4 de abril de 1970, cuando se le conocía como Concurso Regional de Huapango, ha sido un escaparate perfecto para mostrar el color, la vida, tradición y armonía del hermoso municipio de San Joaquín.

“El Huapango es pasión e identidad de los san joaquinenses, un rasgo cultural que debemos defender, mantener y del cual  sentirnos orgullosos”, expresó Jesús Nova Ramírez, coordinador del Concurso Nacional de Bailable de Huapango Huasteco, en San Joaquín, y afirma que llegar a cumplir 50 años de una tradición tan hermosa es gracias al esfuerzo y dedicación de todo el municipio, pues “cada uno pone su granito de arena”.

Además, añadió, no es una labor sólo de hoy, “sino que desde 1970, presidentes municipales y san joaquinenses han contribuido a esto, pues no se trata sólo de sembrar, sino de darle continuidad, razón por la cual hoy es un éxito, a tal grado que gracias a este concurso se realizan muchos más en todo el país”.

Y con el propósito de que los pobladores del lugar, así como los cientos de visitantes, conocieran más sobre esta tradición, autoridades municipales prepararon distintas actividades, como un pequeño museo con la. Historia del huapango, así como representaciones en la plaza principal sobre ellos diferentes estilos practicados en estados como Puebla, San Luis, Tamaulipas o Veracruz.

Qué gusto regresar al Pueblo Mágico de San Joaquín, municipio que es resguardo de tesoros naturales e históricos. "Catedral del Huapango" y "Casa del Son Huasteco" que nos hermana con los estados de la región Huasteca Mexicana. #QroOrgulloDeMx pic.twitter.com/0NKl0TWNWI

— Pancho Domínguez (@PanchDominguez) May 4, 2019

Este memorable encuentro se ha desarrollado de manera ininterrumpida desde su origen, y concluirá el día de hoy, despidiendo esta arraigada tradición huapanguera que tanto caracteriza a San Joaquín y al estado en general.