El estrés continuo afecta la salud mental

Algunos trastornos que pueden aparecer por el aislamiento y afectar la salud mental son disminución de energía, irritabilidad, apatía, entre otros

Carlos Uriegas

El estrés es una respuesta natural para resolver algún reto o cumplir un objetivo, el problema es cuando el estrés es permanente, lo que genera adrenalina de manera constante ante una amenaza, algo similar a cuando se está en guerra, en espera de que llegue una bomba o un ataque. Ahora no estamos en un conflicto bélico, pero sí con el temor continuo de ser contagiados o contagiar, reveló Olga Lydia Bello, presidenta de la Sociedad Mexicana de Salud Mental en Querétaro.

“Siempre que hay una amenaza o un reto, el cuerpo va a responder de manera natural, generando sustancias químicas que nos van preparando para la huida, el ataque o la energía para salir adelante del reto, es lo que llamamos estrés; cuando es momentáneo no hay mayor problema o causa demasiado daño. Es normal, incluso que los jóvenes lo tengan al hacer un examen o algún trabajador cuando se tiene un proyecto, pero cuando el estrés es continuo y constante nos va a generar cambios en nuestro ánimo, en nuestra psique. La generación constante de adrenalina al estar ante una amenaza se puede comparar como cuando la gente está en guerra, siente que en cualquier momento le va a caer una bomba, ahora estamos constantemente esperando que alguien llegue y nos contagie”.

La psicóloga Olga Lydia Bello comentó que la situación que se está viviendo es atípica para todos.

“Todo este estrés acumulado va a empezar a aparecer con signos de irritabilidad constante, apatía, cambios en el sueño, puede haber insomnio, ansiedad, gente que empezará a sentir que le falta el oxígeno, y no por COVID, simplemente porque no pueden salir”.

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A partir de esta semana van a notarse más los casos, sobre todo aquellos que ya traían algún problema de ansiedad previo, pero que ante la crisis sanitaria se pueden detonar.

“Los que no tenían algún tema de ansiedad o depresión podrían empezar a manifestarlo y quienes ya arrastraban un problema se puede agudizar, ya que el encierro favorece que aparezcan trastornos”, explicó Olga Lydia Bello.

Algunos trastornos que pueden aparecer son: disminución de energía, irritabilidad, apatía, alteraciones en el sueño, ansiedad y depresión.

“Puede incrementare la violencia familiar o el número de divorcios pueden aumentar, por ejemplo, hay un caso de una señora que ya no dejó entrar a su esposo a la casa porque sale a trabajar y tiene miedo que lo contagie”.

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Ante la amenaza se activa más el cerebro reptil, donde está el instinto de sobrevivencia, y cuando hay un riesgo se produce cortisol y adrenalina, activando al cerebro límbico de las emociones, obstruyendo la zona de pensamiento analítico y racional, por lo que en una crisis como esta se puede imponer el instinto y la emoción sobre la razón.

“Cuando gana la emoción o la sobrevivencia no se hacen razonamientos lógicos, lo que nos vuelve irritables e irracionales, como puede ser atacar  a una enfermera, cerrarle la puerta a tu marido, o salir a correr desnuda por la calle, es algo totalmente irracional”.

Los impulsivos lo serán más, los que tengan una adicción lo serán más. Las emociones se van a magnificar.

“Quien no las tiene, tarde o temprano van a presentar estados depresivos o de ansiedad por lo que se debe estar atento y actuar de manera preventiva”, por lo que Olga Lydia Bello hizo las siguientes recomendaciones.

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Mantener horarios y rutinas para niños, jóvenes y adultos: Levantarnos a la misma hora, bañarte -arreglarte como si fueras a salir-, dividir el tiempo del descanso y el trabajo, evitar trabajar desde la cama, comer a las horas indicadas, separar las actividades diurnas de las nocturnas, realizar actividades manuales, hacer ejercicio desde casa y realizar ejercicios de gimnasia cerebral

Algo que también se recomienda es que cada integrante de la familia tenga sus tiempos y sus espacios y que no se obligue o se busque estar juntos todo el tiempo, tratar de mantener una situación similar a la que se tenía antes, como cuando no se vivía en la etapa de la cuarentena.

RECOMENCADIONES

Mantener horarios y rutinas

Levantarnos a la misma hora

Bañarte -arreglarte como si fueras a salir-

Dividir el tiempo del descanso y el trabajo

Evitar trabajar desde la cama

Comer a las horas indicadas

Separar las actividades diurnas de las nocturnas

Realizar actividades manuales

Hacer ejercicio desde casa

Realizar ejercicios de gimnasia cerebral