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El Buen fin solo beneficia a las empresas, no al planeta: Greenpeace

Foto: Cuartoscuro
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Juan Carlos Machorro El Buen Fin es considerado como la campaña de promoción de consumo más grande de México, marca el inicio de una de las temporadas de compras más intensas -que se prolonga durante las fechas decembrinas-, generando altos impactos ambientales, por lo que la organización Greenpeace llamó a la ciudadanía a realizar compras … Leer más

Juan Carlos Machorro

El Buen Fin es considerado como la campaña de promoción de consumo más grande de México, marca el inicio de una de las temporadas de compras más intensas -que se prolonga durante las fechas decembrinas-, generando altos impactos ambientales, por lo que la organización Greenpeace llamó a la ciudadanía a realizar compras más conscientes.

Con una campaña digital, abordajes en centros comerciales y el lanzamiento de la GreenApp, una Aplicación (APP) para fomentar el consumo responsable local, libre de tóxicos y plásticos, la organización ambientalista busca acercar a las y los consumidores información que les permita tomar decisiones de compra en función de un verdadero buen fin u objetivo: reducir la demanda de recursos naturales, la contaminación, la generación de desechos y el cambio climático provocados por el consumismo.

En la edición pasada del Buen Fin (2020) el número de operaciones en línea se incrementó un 351 % en comparación con el año anterior y el ticket promedio de ventas con tarjeta de crédito se duplicó (pasando de 592 pesos en 2019 a 1093 pesos en 2020). Esta icónica fecha de compras es más que la supuesta derrama económica que provoca, también tiene repercusiones ambientales.

Según un informe de la red de ciudades contra el cambio climático (C40), el sobreconsumo de bienes y servicios en las ciudades más grandes del planeta, particularmente a partir del comercio entre éstas y con el resto del mundo, podría significar un incremento del 60 por ciento en sus emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), es decir, el sobreconsumo está calentando al planeta. El 80% de la población vive en ciudades, su actual ritmo de consumo es insostenible.

Los datos del sobreconsumo hablan por sí mismos: actualmente se extraen y emplean alrededor de un 50 por ciento más de recursos naturales que hace 30 años, una media de 60 mil millones de toneladas de materias primas al año; el valor del mercado del e-commerce en 2020 fue de 316 mil millones de pesos, un alza de 81 por ciento respecto a 2019 y cada persona compra un 60% más de prendas de ropa que hace 15 años (inicio 2000) y las conserva la mitad de tiempo, 40% de esas prendas casi nunca o nunca se usan.

“Está documentado que lo que más se compra en estas fechas en las que hay intensas campañas para promover el consumo es ropa, aparatos eléctricos, como los electrodomésticos, y electrónicos, computadoras, belleza, cuidado personal y juguetes. Nuestro modelo económico actual de “extraer recursos naturales, fabricar, comprar productos innecesarios o altamente contaminantes, usarlos y finalmente tirarlos ya no es viable”, señaló Ornela Garelli, especialista en consumo responsable y cambio climático de Greenpeace México.

Por ello, Greenpeace lanzó una campaña digital invitando a las personas a que antes de comprar, se preguntaran si realmente necesitan eso que van a adquirir o si su compra es solo porque está en oferta, o bien si saben cuánto le cuesta al planeta su producto nuevo o quién gana cuando compran en exceso.

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