Los hechos violentos extremos que estamos viendo en todos los medios no difieren mucho de los hechos velados dentro de hogares y oficinas
Seth Pérez
Para comprender la desconfianza hay muchos caminos, teorías y enfoques. Utilizar la teoría de juegos nos puede ayudar a deshebrar algunos conflictos que parecen interminables. La estrategia del disparador nos enseña que cuando dos personas realizan transacciones cooperativas infinitas y una de ellas miente en algún momento, el resultado será que nunca más se volverá a confiar. Lo relevante del ejemplo es el costo que enfrentan ambos jugadores por mentir. Esta historia es similar a muchas situaciones reales y hasta el sentido común nos puede mostrar las perdidas por ‘jugar chueco’. ¿Por qué es tan difícil recuperar la confianza?
John Paul Lederach un sociólogo que estudia el conflicto y es un especialista en ‘international peacebuilding’, nos muestra tanto la raíz de muchos problemas como los caminos para gestionarlos. De su libro ‘Enredos, pleitos y problemas; Una guía práctica para ayudar a resolver conflictos’ podemos retomar dos lecciones. En primer lugar los problemas pueden identificarse como nudos, algunos de ellos tan enredados y enlazados unos con otros, que regresar al estado original es tardado e implica a muchas partes. Por otro lado nos advierte que según definamos el conflicto será proporcional la capacidad para solucionarlo.
En una imagen sobre la cooperación muestra cómo dos mulas atadas entre sí y con alimento en dos extremos toman diferentes alternativas según se defina su objetivo: comer, competir, negociar, cooperar o comer bien. Tomando ambos enfoques podemos identificar muchos problemas actuales, que por un lado una jugada para obtener mayor ventaja de unos sobre otros genera desconfianza y empuja a una estrategia de no cooperación con perdida para todos. Por otro lado, salir del juego solo será posible si se define nuevamente el problema o en razón de las perdidas y ganancias se redefine el objetivo.
Los hechos violentos extremos que estamos viendo en todos los medios no difieren mucho de los hechos velados dentro de hogares y oficinas. La falta de acuerdos, comunicación, resolución de pequeñas controversias y malos entendidos, tienen a muchos sectores de la población en tensión. Para desenredar estos grandes problemas también se requiere trabajar en lo individual, en el ámbito familiar, el trabajo, en la cuadra, la colonia y en nuestros entornos sociales. ¿Usted qué opina?
MT