El papel de Antonio Gaudí es trascendental en la historia de la arquitectura, pues destacó en la corriente ‘modernista’
El pasado 25 de junio recordamos al arquitecto catalán Antonio Gaudí, nacido en 1852 en Barcelona, España. Su papel en la historia de la arquitectura es trascendental, y entre muchos proyectos, fue autor del Templo Expiatorio de la Sagrada Familia en Barcelona.
Me parece importante conocer su legado para la arquitectura y el paisajismo pues, independientemente del estigma religioso que lo caracterizó, su genialidad se basaba en la naturaleza, llegando a ser el más destacado en la corriente “modernista” de la arquitectura catalana, al cual le dio su propio sello.
Sus proyectos destacaban por tener formas caprichosas, basadas en figuras geométricas regladas, algo así como los famosos “paraboloides hiperbólicos”. Por otra parte, fue creador del acabado “trencadís” (a base de pedacería de azulejos y de loza cerámica) muy recurrente en sus obras. Similar al del “Jardín de los Platitos” en Querétaro. ¿lo ha visitado?
El Templo Expiatorio de la Sagrada Familia, más allá de su valor religioso, se convirtió en uno de los monumentos más visitados de España y la segunda iglesia más visitada de Europa, después de la Basílica de San Pedro en El Vaticano. Lamentablemente resultó ser un proyecto tan complejo y tan costoso que, desde 1882 que inició su construcción no se ha terminado al día de hoy.
La enorme creatividad de este arquitecto ha dado para que se dediquen publicaciones enteras a cada uno de sus proyectos, destacando tanto su valor que, para 1984, siete de sus obras fueron declaradas Patrimonio de la Humanidad de la Unesco.
Mi admiración por esas personas tan brillantes reside en la genialidad de sus proyectos, en que su concepto arquitectónico (idea base para el proyecto) por sí solo es una idea valiosa y tan particular que, por su concepción del mundo, sólo pudo ocurrírsele a esa persona.
De acuerdo con el periodista de arte y arquitectura, Ricard Regàs, la obra de Gaudí estuvo marcada por sus cuatro grandes pasiones: arquitectura, naturaleza, religión y el amor a Cataluña.
Gaudí falleció tras haber sido atropellado por un tranvía, a los 73 años de edad, y al ser confundido con un vagabundo, no recibió la atención médica oportuna. ¿Han cambiado las cosas en nuestro mundo?