En el ayuntamiento de Tampico en Tamaulipas, el cabildo aprobó la construcción de un parque temático que afectaba directamente a 16 hectáreas de manglares
Sergio Arellano
¿Qué significa el título? Les platico. Es un principio que se aborda bastante en el derecho ambiental. In dubio pro natura, atiende a que todas las decisiones, acciones o proyectos que emprenda la administración pública, deben realizarse con el menor impacto ambiental. ¿Sabías que tienes un derecho humano que te permite gozar de un medio ambiente sano? Salvo una mejor opinión, creo que esto se nos olvida. Recordemos la “maravillosa” idea del tren maya. Quiero relatarles un precedente.
En el ayuntamiento de Tampico en Tamaulipas, el cabildo aprobó la construcción de un parque temático que afectaba directamente a 16 hectáreas de manglares colindantes al humedal de la Laguna del Carpintero. Tras un descontento social, un par de ciudadanas valientes promovieron una demanda de amparo en contra de esta medida que atentaba contra el bienestar del ecosistema. El primer freno que les puso el juez de distrito fue lo siguiente: “ustedes no tienen interés legítimo para promover este amparo”. En otras palabras, les contestó: “no les afecta directamente esta obra, por tanto, no hay interés legítimo”. ¿Increíble verdad? Cuando el medio ambiente es un tema de orden mundial más allá de jurisdicciones.
Ante la inconformidad de las solicitantes, interpusieron un recurso de revisión en donde expusieron que dicho proyecto contravenía el sistema jurídico internacional y nacional; argumentando que no se contaban con las evaluaciones suficientes de impacto ambiental. Para esto es importante recordar el Principio 15 de la Declaración de Río ante las Naciones Unidas, mismo que exige la labor precautoria de los jueces. ¿Qué quiere decir esto? Acorde a la explicación de la Suprema Corte de Justicia de la Nación: Las y los juzgadores tienen que prevenir o mitigar toda actividad que presenta un riesgo para el medio ambiente, incluso si no existe certidumbre sobre el daño ambiental. Vean el tamaño de este pronunciamiento. Finalmente, la Primera Sala del alto tribunal mexicano otorgó el amparo e instruyó la realización de diversas acciones para la reparación de los daños causados. ¿Qué tal? No hay pretexto para permitir las arbitrariedades ambientales.