Antes de la llegada de este Gobierno los diputados, todos, tenían una prerrogativa presupuestal, un porcentaje se apartaba para que ellos pudieran decidir dónde se pudiera hacer alguna obra o desarrollo en su comunidad
Roberto Mendoza
En esta época de elecciones se exige a los candidatos a gobernador o a presidente municipal que se construya alguna carretera, que se haga algún puente, que se mejore alguna calle, que se construya un hospital, que se mejore la Policía o que se den más apoyos económicos; mil cosas que en nuestro imaginario como elector debería hacer alguien que va a postularse por algún cargo de elección popular.
Estos candidatos una vez electos necesitan dinero y este viene del presupuesto federal que es el trabajo más importante de los diputados, ellos son los únicos que durante el segundo periodo legislativo de cada año se dedican a dilucidar el presupuesto de ingresos, es decir, cuánto dinero va a obtener la Federación por medio de una serie de cálculos y apuestas, y el presupuesto de egresos, que es un listado de cosas que se harán con ese recurso.
Antes de la llegada de este Gobierno los diputados, todos, tenían una prerrogativa presupuestal, un porcentaje se apartaba para que ellos pudieran decidir dónde se pudiera hacer alguna obra o desarrollo en su comunidad, por ejemplo, una carretera, un puente, un centro de salud, un centro deportivo, pavimentación, alumbrado y un gran etcétera. Esta asignación directa, en algunos casos, se prestaba a un esquema de corrupción o “moche”, como fue conocido, pues el diputado asignaba la partida y el gobernador o el presidente municipal decidía a qué empresa se le asignaba con la idea de que un porcentaje le tocara a cada quien.
Hoy ese esquema no existe, se desterró esa corrupción, sí, pero ¿por qué no mejor se corrigió el problema de la asignación y fiscalización con licitaciones abiertas y transparencia en lugar de eliminarse esta prerrogativa?
El pasado 2 de enero el presidente subió un video a la red YouTube, en el asegura que ya se tenía autorizado su presupuesto y usando una atribución que no le corresponde dio un informe sobre qué, cómo y dónde se utilizará el dinero de la nación, que como él dice, es dinero del pueblo.
En este informe se da a conocer el uso de un monto de alrededor del 8 por ciento del presupuesto que era más o menos la cantidad que se le asignaba a los diputados; pero ahora, en lugar de que decidan el destino de ese dinero 500 legisladores que conocen las necesidades de su distrito, lo hace una sola persona.
Si los diputados de Morena ganan la mayoría, cuando usted espere que su presidente municipal o su nuevo gobernador quiera hacer alguna obra, se encontrará con que no tiene recursos financieros para hacerla. Cuando el candidato que se postule para la diputación federal vaya a su puerta pregúntele qué va a hacer para construir lo que haga falta en su comunidad, qué si en dado caso, el candidato que no sea de su partido gana la elección a presidente municipal o a gobernador, va a trabajar por las necesidades de todos o solo obedecerá el mandato del presidente por encima de lo que usted necesita.
¿Dónde y en qué se está usando nuestro dinero? Lo único que sabemos es lo que dice el presidente, pero no hay cifras transparentes ¿Dónde está el dinero de la rifa del avión presidencial? ¿Dónde están las pipas para abatir el huachicoleo? ¿Dónde están las vacunas que nos prometieron? ¿Por qué sube la gasolina, el gas, la tortilla, el pollo, el huevo y otros productos? ¿Será inteligente que le demos más poder al poder?