En medio del caos del Brexit, la UE ve un ‘éxito catastrófico’

Los europeos esperarán para ver qué ideas proponen los legisladores británicos. Al mismo tiempo, se están preparando para una salida ‘sin acuerdo’.

Steven Erlanger

Parte de la petulancia se ha ido. La Unión Europea adoptó una línea dura en las negociaciones de su separación del Reino Unido, con el deseo de preservar su unidad y desanimar a los otros países que quieran abandonar el bloque. Sin embargo, ahora a los funcionarios les preocupa que hayan alcanzado “un éxito catastrófico”.

La política británica está en crisis después de la derrota aplastante en el Parlamento del plan cuidadosamente negociado de la primera ministra Theresa May para el Brexit, como se le conoce el proceso de separación. Además, no hay ningún otro plan alternativo convincente para una salida organizada a la vista, a tan solo diez semanas de que el Reino Unido salga del bloque.

Los funcionarios de la Unión Europea ahora están preocupados de que el Reino Unido se vaya sin ningún acuerdo, una “salida dura” que, según las advertencias de los analistas, podría detonar una recesión en el Reino Unido, lo cual provocaría enormes retrasos, acumulación de pendientes y escasez de productos, además de afectar terriblemente a la economía europea, pues más del 40 por ciento del comercio del Reino Unido depende del bloque.

No obstante, no ven ningún objetivo en hacer concesiones ahora, pues May perdió el control del proceso.

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“Éxito catastrófico es un término preciso, pues la crisis general del sistema político británico les demuestra a todos que abandonar la Unión Europea es una muy mala idea”, comentó Nathalie Tocci, directora del Instituto de Relaciones Internacionales de Italia. “Se trata de un éxito, pero es catastrófico porque en este momento no hay una solución evidente”.

29 de marzo, día D

Algunas personas en el Reino Unido están pidiendo que se atrase la salida programada para el 29 de marzo, con el fin de que haya tiempo para un nuevo consenso, un cambio de liderazgo o incluso un segundo referendo. Sin embargo, incluso un retraso, que el bloque probablemente otorgaría si hubiera un acuerdo inminente, presenta sus propias complicaciones.

Posponer la salida del Reino Unido, aunque evitaría el caos, “aún podría tener consecuencias negativas e incluso catastróficas para la UE, dados los retrasos que implicaría y la inminencia de las elecciones europeas”, comentó Tocci.

Se considera que las elecciones para un nuevo Parlamento europeo, que darán inicio el 23 de mayo, serán una prueba crucial para el sentimiento populista y euroescéptico en el continente europeo.

Un debate extendido sobre el brexit y la incertidumbre subsecuente “se desenvolvería en distintos contextos nacionales, lo cual generaría riesgos e imprevisibilidad que la mayoría de los gobiernos actuales no quieren plantear”, dijo Tocci.

No obstante, los líderes europeos parecen estar unidos en su rechazo de cualquier renegociación del acuerdo de salida, o separación, pues, según ellos, ya se ha ido muy lejos para cumplir con las exigencias del Reino Unido.

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Por ahora, los europeos esperarán para ver qué ideas proponen los legisladores británicos. Al mismo tiempo, se están preparando para una salida ‘sin acuerdo’ y consideran que el 29 de marzo es una fecha límite de gran presión para el Reino Unido.

“Nadie quiere terminar con una desintegración total, lo cual sería negativo para ambos bandos, aun cuando sea peor para el Reino Unido”, dijo Mark Leonard, director del Consejo Europeo de Relaciones Exteriores. “No obstante, los otros Estados de la UE están razonablemente seguros de que el Reino Unido no optará por eso, pues no hay una mayoría parlamentaria a favor de salir sin acuerdo”.

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En cuanto se termine el divorcio, la relación futura del Reino Unido con el bloque puede negociarse de muchas maneras, según dicen de manera constante los funcionarios europeos. Sin embargo, la mayoría de las opciones probables requerirían conservar el punto de conflicto principal en el Reino Unido: la garantía de que no se creará una frontera física en la isla de Irlanda.

El presidente francés Emmanuel Macron ha sido particularmente tenaz al respecto, en parte debido a que Francia prevé que tendrá un papel más grande dentro del bloque una vez que se vaya el Reino Unido.

No obstante, ahora que es tan poco popular en su país y que lo desafían los manifestantes de chalecos amarillos que se oponen a la Unión Europea, “cuanto más macabra y grotesca sea la situación para el Reino Unido, mejor será para él, dada su situación nacional”, comentó Leonard.

Francia no aceptará ninguna relajación del mercado único, dijo Christian Lequesne, profesor de Ciencias Políticas en el Instituto de Estudios Políticos de París. En cuanto al Parlamento europeo, Francia también quiere evitar “una negociación continua con un nuevo Parlamento sin los británicos, mientras que ellos no estén oficialmente fuera de la UE”, dijo, y agregó: “Eso es demasiado complicado”.

Incluso la canciller alemana, Angela Merkel, que ha estado dispuesta a mantener vínculos cercanos con el Reino Unido, ha dicho que “está claro que no puede haber ninguna negociación” del acuerdo actual, aunque está abierta en principio a extender la fecha límite de la salida.

Desde la perspectiva de la Unión Europea, todo el proceso ha sido una suerte de pesadilla, dijo Fabian Zuleeg, director ejecutivo del European Policy Centre, un grupo independiente de expertos en Bruselas.

“La UE diría que ha hecho una serie de concesiones al Reino Unido, pero que ha conservado sus principios y ha llegado al mejor acuerdo posible dadas las limitaciones impuestas por el Reino Unido”, comentó.

UE se enfocó solo en el comercio de RU

El bloque negocia solo con gobiernos, no con parlamentos ni con la sociedad, y la Unión Europea estaba dispuesta a ayudar a May a salir adelante con su acuerdo.

“No obstante, ahora parece que eso no está en su poder, pues sin importar qué ponga en la mesa la UE, la inclinación es no ofrecer nada más”, dijo Zuleeg. “Además, algunos aún sienten que cuanto más se acerque el Reino Unido a una salida sin acuerdo, más probable será que haga concesiones”.

Hay poco arrepentimiento entre los funcionarios europeos respecto de su papel en las charlas. Como lo dijo Leonard, el objetivo principal de la Unión Europea desde el inicio ha sido preservar el mercado único, obtener dinero del Reino Unido, preservar los derechos de los ciudadanos de la Unión Europea, asegurarse de que Irlanda quede protegida y hacer que abandonar el bloque les resulte poco atractivo a los demás países.

Los Estados miembro se unieron, dijo Leonard, y agregó: “Bruselas jamás vendió Irlanda, a pesar de los deseos del Reino Unido”.

Algunos analistas han encontrado culpa en ambos bandos.

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“Las negociaciones han sido de cierta manera un fracaso, más en materia de diplomacia que de política”, dijo Luuk van Middelaar, un filósofo neerlandés y exasesor de Herman Van Rompuy, el primer presidente del Consejo Europeo.

Puesto que es una institución de leyes y regulaciones, la Unión Europea puso muy poca atención en la importancia estratégica y geopolítica del Reino Unido para Europa, comentó, pues se enfocó principalmente en el comercio, un aspecto que controla Bruselas, y dejó en segundo lugar el tema de la seguridad.

Michel Barnier, el principal negociador europeo, defendió el acuerdo de salida como “el mejor acuerdo posible”, y añadió que Bruselas debe ser paciente con el mecanismo de la democracia británica.

Al mismo tiempo, instó a agilizar los esfuerzos con el fin de prepararse para una salida sin acuerdo, como lo hizo Francia el viernes, al ordenar la aplicación de su plan de contingencia en caso de una salida así.

Frans Timmermans, el optimista vicepresidente primero de la Comisión Europea, dijo que el brexit sería nocivo para todos y que “es nuestra responsabilidad colectiva limitar el daño en la medida de lo posible”.

The New York Times Syndicate