acción legal sostiene que la desigualdad salarial en Apple comienza desde el proceso de contratación. Antes de 2018, la empresa solía preguntar a los posibles empleados sobre sus salarios anteriores para determinar sus niveles salariales.
Apple cambia su enfoque
Sin embargo, tras la implementación de una ley estatal que prohíbe esta práctica, Apple cambió su enfoque y comenzó a pedir a los candidatos que compartieran sus expectativas salariales como referencia.
Ambos sistemas, según la demanda, perpetúan salarios más bajos para las mujeres.
“Si se les paga menos a las mujeres, no se puede defender diciendo que estaban dispuestas a aceptar menos dinero”, declaró James Finberg, uno de los abogados de los demandantes, al Wall Street Journal.
Evaluación de desempeño y otras denuncias
Además de las prácticas de contratación, la demanda alega que el sistema de evaluación del desempeño de Apple está sesgado a favor de los hombres.
Según el documento, los hombres reciben puntuaciones infladas en métricas subjetivas como el trabajo en equipo y el liderazgo, lo que contribuye a mayores aumentos salariales y promociones.
Esta no es la primera vez que Apple enfrenta acusaciones de discriminación de género. En 2022, empleadas de la compañía dijeron al Financial Times que habían sido víctimas de abuso sexual e intimidación, y que la respuesta del departamento de recursos humanos de la empresa había sido apática.
Realizan investigación
Respuesta a la investigación, Apple afirmó que investiga exhaustivamente todas las acusaciones de mala conducta y se esfuerza por crear un ambiente en el que los empleados se sientan cómodos reportando cualquier problema.
El año anterior, los empleados lanzaron la campaña #AppleToo para crear conciencia sobre lo que describían como discriminación, racismo y sexismo en la empresa, siguiendo el modelo del movimiento #MeToo, que se enfoca en exponer el abuso de género en diversos ámbitos.
Contexto en la industria tecnológica
Apple no es la única empresa tecnológica que ha enfrentado demandas por discriminación salarial. En 2022, Google pagó 118 millones de dólares para resolver una demanda colectiva que lo acusaba de discriminación salarial contra las empleadas.
Este año, Oracle pagó 25 millones de dólares para resolver su propio caso de igualdad salarial.