¿Te consideras una persona con un gran sentido del humor o tiendes a ser más bien serio/seria? ¿Qué crees que opinarían al respecto quienes te conocen? Las siguientes preguntas te ayudarán a resolver con más claridad estas interrogantes. Toma nota de cuáles responderías con un “sí” y cuáles con un “no”. Generalmente encuentro algo chistoso … Leer más
¿Te consideras una persona con un gran sentido del humor o tiendes a ser más bien serio/seria? ¿Qué crees que opinarían al respecto quienes te conocen? Las siguientes preguntas te ayudarán a resolver con más claridad estas interrogantes. Toma nota de cuáles responderías con un “sí” y cuáles con un “no”.
Generalmente encuentro algo chistoso qué decir cuando enfrento alguna situación tensa. 2. Si estoy en una situación en la que tuviese que optar por llorar o echarme a reír, sería más probable que escoja lo segundo. 3. En mi experiencia personal, he constatado que el humor resulta una manera sumamente efectiva de sobrellevar mis problemas. 4. Me gusta hablar de situaciones que ahora considero chistosas, pero que en su momento me resultaron enojosas. 5. Suelo platicar historias de momentos en los que sentí una enorme vergüenza. 6. Me provoca risa acordarme de cosas embarazosas que me han sucedido. 7. Me río para mis adentros cada vez que cometo un error. 8. Es raro que pierda el sentido del humor cuando atravieso por problemas. 9. Si alguien se burla de mí, yo le hago lo mismo. 10. Me muestro un poco burlón con personas que me resultan desagradables.
Si terminaste de contestar, cuenta tus respuestas positivas. Si respondiste a la mayoría de las preguntas con una afirmación, resulta razonable suponer que el sentido del humor constituye una parte importante de tu persona y dice mucho de la alegría con la que acostumbras vivir tu vida. Si respondiste “sí” solo algunas, considera la posibilidad de dejar atrás la solemnidad y las preocupaciones y proponerte contemplar la vida desde una óptica más positiva.
Uno de mis alumnos de maestría me compartió recientemente su receta para no agobiarse excesivamente con las situaciones del trabajo: “Si tengo que entregar algo para el día siguiente y sé que no estaré en condiciones de hacerlo porque no depende de mí, me digo que el problema no me pertenece a mí sino a mi empresa. Y no es que éste no me importe; al contrario, me considero una persona sumamente confiable, pero no tiene sentido angustiarme por algo que va más allá de mi ámbito de responsabilidad.”
Las 10 preguntas que antes contestaste forman parte de un test diseñado por Herbert Lefcourt y Rod Martin, dos psicólogos canadienses, quienes se han dedicado a estudiar la relación que existe entre el humor y el bienestar emocional y físico de las personas.
De acuerdo con sus investigaciones, los individuos que recurren con frecuencia al humor para sobrellevar los retos en sus vidas, muestran menores índices de estrés y depresión que aquellos que lo consideran trivial o inútil.
En un ensayo de Lefcourt, publicado en un manual de psicología positiva, éste hace ver que el humor ha demostrado ser un remedio efectivo para combatir la disforia, una emoción opuesta a la euforia que se manifiesta como una tristeza particularmente desagradable o molesta y que es común en aquellos que padecen de algún tipo de ansiedad o depresión, o que atraviesan alguna situación difícil en su vida. Para darnos una idea del grave peligro que acarrea la disforia, tomemos en cuenta que ésta suele hacerse presente cuando existe un serio riesgo de suicido.
Lefcourt refiere también de algunas investigaciones realizadas en pacientes hospitalizados, que revelan que el humor es un componente importante en la recuperación de su salud.
En uno de estos estudios, a un grupo de pacientes se les exhibieron cintas de comedia durante su etapa de recuperación, mientras que a otro grupo solo se les proyectaron películas serias. Como resultado, los primeros solicitaron a los médicos y enfermeras un menor número de tranquilizantes y analgésicos que los segundos.
Reír con frecuencia nos ayuda también a liberar endorfina, el neurotransmisor responsable de hacernos sentir “mariposas en el estómago” cuando estamos enamorados o de la euforia que experimentamos cuando comemos chocolates o alimentos picantes. Adicionalmente, la risa contribuye a reducir la secreción de cortisol, una hormona asociada al estrés.
Hay que considerar, sin embargo, que existe una variante de humor que es hostil o agresiva y que consiste en reír a costa de los demás y/o burlarse de estos. Pensando en ello, te pido que leas de nuevo las preguntas 9 y 10 que aquí contestaste. Si las respondiste de manera afirmativa, es posible que tu sentido del humor tienda a ser destructivo en ocasiones. ¿Qué tal si pruebas a reírte más de ti mismo? Es algo que resulta mucho más saludable, según los expertos.
Referencias bibliográficas: Lefcourt, H. M. (2002). “Humor”. En C. R. Snyder y S. J. Lopez (eds.), Handbook of positive psychology”. Nueva York: Oxford University Press.
(*) Doctor en Comunicación por la Universidad de Ohio y Máster en Periodismo por la Universidad de Iowa