El próximo día miércoles 14 de septiembre, se presenta en nuestra ciudad de San Juan del Río el libro que da nombre a mi colaboración de esta semana ‘San Juan del Río, Zona de Monumentos Históricos’, una edición que ha sido elaborada por la Secretaría de Cultura del Gobierno Federal a través del Instituto Nacional de Antropología e Historia, en colaboración con las autoridades del Municipio de San Juan del Río y diversos investigadores y personas de esta ciudad que hemos colaborado con un pequeño ensayo que da como resultado la publicación de esta obra, digna de los sanjuanenses y que servirá de promoción y conocimiento de nuestra ciudad en todo el país.
Este libro es el séptimo de una colección que el INAH ha realizado. Hasta la fecha, se han escrito libros con el tema de zona de monumentos históricos para Cuautla, Santa Clara del Cobre, Pátzcuaro, Real de Catorce, Taxco y la Ciudad y Puerto de Veracruz. En nuestro Estado, será la primera publicación que se realiza, señalando que solo existen dos zonas de monumentos históricos declaradas que son el Centro Histórico de Santiago de Querétaro y el Centro Histórico de San Juan del Río, ambas zonas declaradas como tal por el titular del Poder Ejecutivo Federal como reconocimiento a la historia, a la arquitectura y a la tradición que encierran los monumentos históricos que se contiene en estas ciudades.
Mi colaboración consiste en un pequeño ensayo que titule: ‘La devoción mariana de un pueblo reflejada en su patrimonio’, en el hablo sobre lo mucho que tiene nuestra ciudad, sobretodo en arte sacro y en específico sobre la devoción a la Virgen María que es una de las devociones que históricamente y culturalmente han influido en la ciudad de San Juan del Río. Y como referencia basta con ver el conjunto parroquial de San Juan Bautista, donde sobresale el Santuario Diocesano de Nuestra Señora de Guadalupe, con su historia, con su arte, con sus tradiciones y que es, así mismo, el punto referente y corazón de la ciudad. Es por eso que me adentré a escribir un poco sobre este tema y sobre su importancia en la zona de monumentos históricos.
Cabe hacer mención que mi ensayo se ilustra con algunas fotografías, que por su importancia le dan un gran contenido al texto. Entre las imágenes se encuentra la primera fotografía que se tomó luego de que se concluyó el conflicto de los cristeros en 1929 y que fue tomada en el festejo del 12 de diciembre del año que he señalado. La imagen muestra el altar mayor del ahora Santuario Diocesano y todo lo que se había realizado para los festejos de esa ocasión, luego de tres largos años de la suspensión del culto religioso en toda la república. Una parte importante de nuestra historia vista desde una imagen.
El libro contiene también otras colaboraciones muy importantes entre las que destaco las de Guadalupe Zarate Miguel, Mauricio David Castillo Vallarta, Tania Padilla Rico, Adolfo Rojas Garfias, María del Mar Santana Calderón y José Luis Hernández Peña, entre algunos otros. Todos ellos con una notable pluma escriben sobre los más diversos aspectos de lo que conforma la zona de monumentos históricos.
Solo como anécdota, al que esto escribe le tocó realizar parte de la investigación de campo para la fotografía de este texto. Quiero mencionar que fue una gran aventura realizar esta situación, sobre todo por que entramos a casonas, a templos, a patios y a diversos lugares a fin de poder fotografiar los diversos aspectos que conforman la zona del Centro Histórico de San Juan del Río.
Yo espero que este texto ayude a concientizar más a los sanjuanenses y a los queretanos del gran patrimonio que poseemos y de la gran riqueza que tenemos en nuestras manos. Mi agradecimiento a la Secretaría de Cultura del Gobierno Federal y al INAH por su invitación a formar parte de este proyecto para San Juan del Río.
