La democracia (gobierno del pueblo por el pueblo) es la capacidad que se concreta en un conjunto de reglas a las que tiene que sujetarse la población y en una serie de instituciones, a través de las cuales, los ciudadanos canalizan su participación en las decisiones que atañen al conjunto.
En la democracia moderna el papel de los partidos políticos se justifica por la misma estructura actual del poder público y por el modo en que este poder se involucra con ellos. Cada vez es más relevante el papel que juegan los partidos políticos en los diferentes órganos estaduales -ya es obligación legal-, y resulta interesante conocer en qué medida las decisiones de éstos, son producto de un acuerdo democrático interno o son el resultado de decisiones cupulares.
En un sistema democrático, la alternancia en el poder origina la permeabilidad de las estructuras partidistas en los órganos gubernamentales provocando una probable identificación partido-Estado. Por lo tanto, la conexión partidos políticos-instituciones públicas hace que la disminución de democracia interna en los partidos se traduzca en la disminución del nivel de democracia de las instituciones en las que opera. Cualquier alusión a la democracia interna de los partidos implica una alusión a la legitimidad política de los sistemas.
El modelo de democracia partidista debe sustentarse en los principios del texto constitucional, además de reconocer el pluralismo y la igualdad de oportunidades al interior de los partidos. Siguiendo a Maurice Duverger, este modelo debe presidir la vida de los partidos donde el punto central, junto al patrimonio ideológico de su programa y estatutos, es la estructura interna en la que la organización es susceptible de privilegiar la forma democrática directa. El tipo de organización condiciona la vida del partido e influye sobre los mecanismos y procedimientos que se practican en su interior,del nivel de democracia de las instituciones en las que opera la forma como se relacionan las bases con la dirigencia y quiénes toman las decisiones. Es indispensable que las leyes y reglas que se aplican estén explicitadas en los estatutos de cada partido político.
Además, la democracia interna del partido político debe ir apoyada por un alto grado de participación equitativa de todos los miembros del partido, y evitar, en lo posible, las prácticas no democráticas como la manipulación de las decisiones en las asambleas; la escasa circulación de los puestos directivos; la falta de transparencia en el manejo de los recursos financieros; la injerencia de grupos ajenos a los intereses del partido; y la lucha por ocupar los mandos directivos o los escaños parlamentarios.
Con base en lo anterior, se puede revisar el grado de democracia interna de los principales partidos políticos mexicanos, ante un adelantado proceso electoral de 2018:
- PAN >Lleva a cabo la renovación de sus consejos a través de Asambleas, en las que participan los miembros en nivel municipal y, por un método de insaculación, designan a delegados que votaránen las asambleas nacional y estatales. Estos órganos decidirán el método de elección para la candidatura de 2018.
- PRI>Instaló su Consejo Político Nacional,con la presencia del Presidente de la República,con 731 consejeros “electos acorde a los documentos básicos”, representantes de los diversos sectores. Este órgano definirá a su candidato para la elección del 2018.
- PRD>ElConsejo Político Nacional integrado por 320 consejeros representantes de las diversas corrientes de expresión, eligen a su candidato a partir de una consulta.
- MORENA>Consiguió su registro como partido político en 2014, elegirá a su candidato a través de una convocatoria masiva y pública encabezada por su dirigente.
La práctica de procesos democráticos al interiorde los partidos políticos incidirá en el comportamiento en la contienda externa. Cada elector asumirá, en 2018, esta gran responsabilidad.