Se cumple el día de mañana, 3 de abril, un aniversario más de la declaratoria como ciudad de nuestro San Juan del Río. Esta declaratoria, dada en el año de 1847, en el año de la intervención norteamericana en nuestro país, los sanjuanenses tuvimos la dicha de que el Honorable Congreso del Estado diera el más alto título al pueblo que se fundara en el año de 1531 y que, por el transcurso de la historia, merecía desde hacía mucho se le hubiera otorgado ese nombramiento que tanto enorgullece ahora a San Juan del Río.
Los sanjuanenses, desde esa memorable fecha, nos sentimos orgullosos de lo que para nosotros representa la ciudad, que es la casa materna de muchos y la casa de adopción de otros tantos. Es el espacio donde nos desarrollamos y donde a diario convivimos; es la sede de nuestros deseos, de nuestras ilusiones, de nuestros sueños; es el lugar donde muchos hemos nacido y donde probablemente hemos de morir; esa es nuestra ciudad: la ciudad que todos construimos, pero que a veces la destruimos con nuestro descuido.
Es una ciudad de luces y de sombras, aunque esperamos que siempre sea una ciudad de gran brillo en el concierto de las notables ciudades que han conformado nuestro México y nuestro Querétaro.
La historia de la actual ciudad es también la historia de sus habitantes, de sus familias, de sus instituciones, de sus colonias y barrios, de sus industrias y comercios, de sus iglesias y jardines, de sus calles. Cada rincón de la ciudad vibra con su historia, con lo que ha pasado ahí y con lo que seguramente pasará por ahí.
San Juan del Río, es una ciudad con gran pasado, con un entusiasta presente y con un prometedor futuro.
No se puede decir que la ciudad de San Juan del Río sea solamente su Centro Histórico, como muchos lo consideran solamente. Cada año se crean nuevos espacios habitacionales que constituyen las partes nuevas de la ciudad, zonas que dan vida nueva a lo que este lunes conmemoramos, pero también constituyen nuevos retos que tenemos que enfrentar como habitantes de un mismo espacio.
Se me figura la ciudad como la integración de una familia donde existen momentos de alegría y momentos de tristeza, momentos de problemas pero también momentos de satisfacciones.
Así es San Juan del Río
En la memoria de la ciudad permanecen los grandes acontecimientos que han hecho posible la grandeza de la misma. Desde la fundación, el 24 de junio de 1531, hasta la visita de grandes personajes de la historia, el nacimiento de otros tantos, y el desarrollo del pueblo, para convertirse en villa y posteriormente en ciudad. Ciudad cuyo Centro Histórico es Patrimonio de la Humanidad y engrandece a Querétaro y a México.
El Santuario Diocesano de la Virgen de Guadalupe, la Parroquia, el Sacromonte, el Puente de la Historia, Santo Domingo, el Jardín Independencia, la Plaza de los Fundadores, los portales, el mercado, la calzada, la estación de ferrocarril, el Beaterio, el Calvario, el Museo de la Muerte, el Paseo Central, la Avenida Juárez, el Boulevard Hidalgo, la avenida Universidad, la avenida Tecnológico, el pozo de Guadalupe, el Río San Juan, el mirador de la ciudad, y muchos otros lugares son testigos de la historia de nuestra ciudad.
Los nombres de Fernando de Tapia, de Nicolás de San Luis Montañez, de Juan Mexici, de todos aquellos hombres que fundaron San Juan del Río, son a quienes les agradecemos lo que ahora somos. Pero no podemos olvidar figuras tan destacadas como Rafaela Díaz, Luis Romero Soto, la Madre Elisa Margarita Berruecos, don Luis Quintanar, don Wenceslao Sánchez de la Barquera, don Ignacio Reyes, don Mariano Perusquía, don Ernesto Perusquía, don Teófilo Gómez, don Jorge Martínez, don Salvador Septién, don Esteban García, don Pablo Cabrera, don Restituto Rodríguez, don Francisco Salas y muchos otros personajes que caminaron por las calles de nuestra ciudad y que, con su ejemplo y su trabajo, lograron que San Juan del Río sea la importante ciudad que ahora lo es.
San Juan del Río recuerda ahora el aniversario de su declaratoria como ciudad, y en unos meses más recordaremos el aniversario de su fundación. Las dos fechas se enlazan en el recuerdo de los que habitamos esta ciudad. La gran ciudad de San Juan del Río es orgullo de Querétaro. Que vengan muchos años más para esta ciudad y para sus habitantes.
Por siempre San Juan del Río.