Toque de ánimas

En la ciudad de San Juan del Río, desde hace mucho tiempo se acostumbra que en la Parroquia de San Juan Bautista se den los toques tradicionales de campanas tanto para llamar a las celebraciones litúrgicas, como para señalar los horarios del día en donde los fieles sanjuanenses elevan sus oraciones.

Normalmente se tocaban en los siguientes momentos del día: a las seis de la mañana para señalar el rezo de las laudes; a las doce del día para el rezo del “ángelus”; a las tres de la tarde para señalar la hora de la muerte de Nuestro Señor Jesucristo; a las seis o seis y media para el rezo de las vísperas y a las ocho de la noche se daba el toque llamado de “animas” con el cual terminaba el día y en ese momento se pedía por los difuntos.

Las campanas que se utilizan para el objetivo comentado anteriormente son las que se encuentran en el campanario del actual Santuario Diocesano de Nuestra Señora de Guadalupe. Aunado a los anteriores toques de campanas se encuentran las llamadas a las misas ordinarias, a las solemnes y a las de difunto. Igualmente se tocan en diversas situaciones como la muerte de un Papa o la elección de un nuevo sucesor de San Pedro. Incluso ha habido toques que son desconocidos como era el toque de “rogativas” el cual se daba cuando se pedía una situación especial o había una situación de peligro. Normalmente ese toque se daba tañendo todas las campanas, una por una, comenzando con la más aguda, mientras en el templo se entonaban las letanías de los santos. Otro de los toques que han desaparecido es el toque de incendio que se utilizaba cuando había un incendio en la ciudad y que alertaba al vecindario sobre esta catástrofe. La última ocasión que se dio en San Juan del Río, fue a finales de los años treinta del siglo pasado.

De los toques de campanas el que más nos llama la atención es el toque de “animas” que normalmente duraba unos diez minutos y se daba a las ocho de la noche, en la situación que fuera. Es un toque lúgubre que en las épocas que la ciudad era pequeña, marcaba la conclusión de actividades, pero el fin específico era pedir por los difuntos.

El día 2 de noviembre, era costumbre que es toque duraba más de treinta minutos, para pedir en ese día por los difuntos en el día que la iglesia los recuerda, pero además era el momento ideal para realizar los responsos correspondientes. Las campanas que se utilizan son campanas con un sonido grave, un sonido muy especial, y son dos solamente las que se utilizan: la que se llama “Purísima Concepción” y la llamada “San Luis”, ambas instaladas en el campanario que ya mencioné. Desafortunadamente desde hace un año que ya no se da el toque de “animas” privando a la ciudad de uno de sus elementos históricos y tradicionales más importantes. Esperemos que la Parroquia de San Juan Bautista, recupere este bello y significativo toque de campanas, que muchos recuerdos y muchas oraciones trae a los sanjuanenses.