Querida lectora, la diversidad del turismo hoy día no tiene límites ni en forma, ni en tecnología, ni en intereses, las dos primeras historias de esta entrega fueron narradas a esta columna con tal intensidad que, pese a su temática, no pudieron ser ignoradas sino solo postergadas hasta la espera de una tercera que al fin hace el desfile posible en sus amables y amistosas pupilas. Venga un poco de terror en este sábado patrio, adelantando día de muertos. Siga compartiendo sus historias, como ve, siempre se comparten, dando la voz a las queridas lectoras.
El turismo temático crece, se estima que al menos el 18% de los viajes del 2017 fueron temáticos, ya sea religiosos, literarios, históricos, el tema del viaje resulta más importante que el destino mismo. Desde el inicio de esta década ha crecido lo que se conoce como turismo de terror, donde el objetivo es visitar lugares que generan esa sensación… cada quién sus gustos.
- Toronto sangriento. Ya van tres años que voy y este cuarto no me lo pierdo. Desde hace 14 años, el 25 de octubre, se reúnen al menos 15,000 personas disfrazadas de zombis en Nathan Phillips Square en el corazón de Toronto. Por supuesto que también voy a la que se hace en la CDMX y la que organizamos aquí en Querétaro, que cada vez está mejor. No sé porque en todas estas marchas, la mayoría somos mujeres. Disfrazarse de zombi me fascina, me cura
- Ciudad de brujas. Pues ya en Boston, por coincidencia en Halloween, me recomendaron muchísimo ir a Salem, la ciudad donde fueron quemadas brujas hace siglos. Fui una del casi medio millón de turistas que visitó esa pequeña ciudad en esas fechas. La verdad me arrepiento, todavía tengo pesadillas de las historias que oí, los disfraces que vi, los lugares que visité y ya pasaron tres años. Ya ni de broma acepto que me digan bruja.
- Espiritus chinos. La verdad es que si me gusta visitar este tipo de lugares, ya he ido a los campos de concentración más famosos de Europa y pues ya estando en Singapur no podía perderme la Playa Changi. Si, sé que soy una morbosa, pero me gusta esa sensación inexplicable de estar en un lugar donde hubo terror. Allí mataron a más de 5,000 chinos los japoneses en la II guerra.