Está por iniciar el año 2019, y la mejor manera de comenzar es con augurios de concordia y armonía. La paz es un deseo, un don de lo alto, y a la vez una tarea. ¿Qué está verdaderamente en nuestras manos para obtenerla?
- La dimensión personal de la paz. Como explica el papa Francisco, en su mensaje de la Jornada Mundial de la Paz 2109 (n. 7), la paz en el mundo no es solo responsabilidad de los políticos y militares, porque es también una tarea de cada persona, y consiste en implementar las “tres dimensiones inseparables de la paz interior y comunitaria”. Veámoslas a continuación.
- La paz con nosotros mismos. El pontífice toca un tema sensible, pero quizá no siempre explicado: el perdón de uno mismo. A veces, ante nuestras equivocaciones, que en ocasiones nos pueden doler tanto, por lo mucho que nos hacen perder, el papa nos da un gran consejo: rechazar “la intransigencia, la ira, la impaciencia” y teniendo “un poco de dulzura consigo mismo”, para ofrecer “un poco de dulzura a los demás”. (Ibidem)
- La paz con el otro. También los demás están necesitados de tranquilidad interior. Para conseguirla necesitan ser acogidos y escuchados. La paz con los demás, “el familiar, el amigo, el extranjero, el pobre, el que sufre”, hace falta que nos “atrevamos” a ir a su encuentro y a escucharlos.
- La paz con la creación. Francisco con frecuencia habla sobre la responsabilidad de todos de cuidar la “casa común”. Por eso, la tarea por la paz también consiste en redescubrir la “grandeza del don de Dios”.
Se trata de no considerar al planeta como una gran bodega de materias primas, sino como un regalo común que debemos cuidar, aceptando “la parte de responsabilidad que corresponde a cada uno de nosotros, como habitantes del mundo, ciudadanos y artífices del futuro”. (Ibidem)
Epílogo. El deseo de paz para este nuevo año nos lleva a invocar a Dios o a expresar buenos deseos de armonía y concordia. Que este mismo anhelo nos impulse también a poner en práctica estas tres tareas, que sí están en nuestras manos, para que venga la paz. ¡Bendiciones para este ya inminente 2019!