El Gobierno de México ha sido opaco, por decir lo menos. Ha omitido informar a la ciudadanía cuándo será restablecido el suministro de gasolina. Aseguran que no hay escasez de producto y que cuentan con suficiente inventario para cubrir la demanda de la población. Exigen no hacer compras de pánico y que todo es en aras de combatir el robo de hidrocarburos.
Sin embargo, el desabasto de combustible puso nerviosos a los tenedores de bonos de Pemex. La plana mayor de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público viajó inmediatamente a Nueva York para calmar a los inversionistas, ¿Cómo estarán las aguas por allá?
Vamos un paso atrás. Todo país necesita dinero para realizar ciertos proyectos. Al no tener dinero para realizarlos, los gobiernos emiten bonos de deuda para que inversionistas internacionales aporten recursos a cambio de un rendimiento a mediano o largo plazo. Pemex no es la excepción; la paraestatal ha recibido inversiones, obligándose a pagar el retorno en cierto tiempo.
El problema es que las tres agencias calificadoras más importantes del mundo están considerando degradar los bonos de Pemex, lo cual generaría serios problemas en las finanzas de México. En pocas palabras, están por decidir qué tan riesgoso es invertir aquí.
¿Cuáles son las preguntas de los inversionistas? Igual que las de cualquier mexicano haciendo fila por gasolina: ¿Cuál es la fecha estimada para restablecer el suministro de gasolina en México? ¿Por qué no avisaron antes del corte de suministro? ¿Qué tan grave es el problema del huachicoleo? ¿Cuál es la estrategia del Gobierno de México para combatir el robo de hidrocarburos?
Si la estrategia es ‘cerrar la llave y mandar pipas’, ¿qué tan caro sale la nueva distribución? ¿Quién es el encargado de distribuir la gasolina? ¿Cómo aseguran que la nueva estrategia de distribución tendrá éxito?
Todo deberá ser contestado sin margen de error y con números. Debemos estar pendientes si baja la calificación de los bonos de Pemex. Para bien o para mal, muy pronto sabremos para cuándo y qué tan grave es el desabasto de gasolina.
Nueva York está obligando al Gobierno de México a hablar claro.