A pesar de que los medios han realizado aproximadamente 100.000 reportajes en cafeterías sobre simpatizantes entusiastas de Trump que pertenecen a la clase trabajadora, la realidad es que Donald Trump goza de una impopularidad extraordinaria. Un análisis reciente del Centro de Investigación Pew encontró que solo ha habido otro presidente de la era moderna con un nivel tan bajo de aprobación después de dos años en el cargo.
Sin embargo, ese presidente fue Ronald Reagan, quien ganó la reelección con un triunfo aplastante. Por lo tanto, algunos seguidores de Trump sugieren que su campeón puede repetir esa hazaña. ¿Es cierto?
No es cierto. Y vale la pena comprender por qué, tanto para evaluar las actuales expectativas políticas como para desmentir la mitología de Reagan que aún infesta el conservadurismo estadounidense.
Primero que nada, hablemos sobre el caso de Reagan.
En efecto, Reagan era impopular en enero de 1983, en esencia debido a la situación económica. A pesar de un inmenso recorte fiscal en 1981 y un incremento drástico del gasto militar, más del diez por ciento de la fuerza laboral estaba desempleada.
Aunque muchos votantes culpaban a Reagan por este desastre económico, la verdad tenía poco que ver con sus políticas; más bien, era la consecuencia de los intentos de la Reserva Federal para disminuir la inflación, la cual había elevado las tasas de interés hasta un diecinueve por ciento.
Sin embargo, para mediados de 1982, la Reserva Federal había dado marcha atrás y redujo drásticamente las tasas de interés. Además, con el tiempo, esa disminución de las tasas produjo un enorme auge en el sector de la vivienda, que a su vez impulsó una rápida recuperación económica.
Del mismo modo que sucedió con el desplome anterior, este auge casi no estuvo relacionado con las políticas de Reagan, pero los votantes le dieron el crédito de todas maneras. En noviembre de 1984, el desempleo seguía bastante alto —más del siete por ciento—, pero lo que importa en las elecciones es si las cosas están mejorando o empeorando, no qué tan bien están en términos absolutos. Y en 1983-1984 el desempleo cayó a gran velocidad, así que Reagan ganó en grande.
¿Cómo se compara esta historia con las posibilidades de Trump?
Primero que nada, Reagan era impopular por una economía débil, mientras que Trump es impopular a pesar de una economía sólida. Es decir, su punto de referencia es mucho más bajo.
Además, no hay posibilidades de que en los próximos dos años se dé un auge como el que reflejaba el comercial de la campaña política de Reagan “Morning in America”.