Seth Pérez
Sueño, ilusión o fantasía, pero muchos imaginan que ganando la lotería o varios millones de pesos dejarían de trabajar para dedicar su tiempo al ocio. Como otras ideas extremas, la mayoría de estudios indican que dedicar la vida completa al trabajo o al ocio ofrece menos beneficios, placer y felicidad de los que podríamos imaginar.
Nicholas Carr, en su libro ‘Atrapados’, nos muestra cómo varios autores soportan con distintos argumentos la idea de equilibrio entre ocio y trabajo. En el trabajo de Mihaly Csikszentmihalyi, en su libro Fluir, 1990, cuenta un experimento realizado en 1980 por Judith LeFevre, de la Universidad de Chicago, donde demuestra la situación paradójica de personas que tienen sentimientos mucho más positivos en el trabajo que fuera de él. No obstante, en entrevistas dicen que “querían estar haciendo otra cosa” cuando están trabajando, pero no cuando están en otra situación. ¿Por qué se presenta esta contradicción?
Para Daniel Gilbert y Timothy Wilson, estudiosos en el tema de la felicidad, es posible un deseo errado como preferir ocio, pero en los hechos la mayoría de nosotros malgasta sus horas de esparcimiento. Cuando estamos trabajando nuestra mente se disipa con mucha frecuencia, lo que le llaman carecer de la conciencia de uno mismo.
Carr menciona que “los empleos son más fáciles de disfrutar que el tiempo libre”, mientras que Csikszentmihalyi advierte que es porque tienen retos y metas integradas y que alientan a la persona a implicarse en el trabajo y olvidarse de sí mismo. Sin embargo, para Carr, los empleos que tienden a la automatización pueden minimizar la responsabilidad de la persona hasta el punto en que los empleos consistan en vigilar una pantalla o introducir datos en campos preescritos.
Puede llegar a convertir la formulación de juicios en una rutina de procesamiento de datos. Para Carr, la automatización podría llegar a liberar al hombre precisamente de aquello que nos hace sentirnos libres. Es buena, porque nos libera de trabajos esclavizantes, pero ¿cuándo decir basta o incluso parar un momento? ¿Dígame cómo combina usted trabajo y ocio?