El día de hoy, en la Basílica de Guadalupe en la Ciudad de México, se realizará la ceremonia en que la mexicana María de la Concepción Cabrera Arias de Armida es reconocida como beata en la iglesia católica; dicha ceremonia es un reconocimiento a la primera laica de nuestro país que alcanza este honor dentro de la iglesia católica y que constituye un momento de alegría para los fieles de nuestro país.
María de la Concepción Cabrera Arias de Armida, nace en San Luis Potosí, el día 8 de diciembre de 1862, en el seno de una familia profundamente católica. Desde pequeña dio muestras de una gran piedad y una honda vida espiritual. Contrajo matrimonio el 8 de noviembre de 1884, con Francisco Armida García y tuvieron nueve hijos. El 14 de enero de 1894, con permiso de su director, se graba en el pecho el monograma JHS; esta fecha se considera el nacimiento de las Obras de la Cruz.
En este mismo año tuvo la visión de la Cruz del Apostolado en el templo de la Compañía de Jesús en San Luis Potosí. El 3 de mayo del mismo año se plantó la primera cruz del apostolado en la hacienda de Jesús María, San Luis Potosí; meses después, recibió la gracia de los Desposorios Místicos. En 1895 funda el Apostolado de la Cruz y en 1897 fundó la Congregación de Religiosas de la Cruz del Sagrado Corazón de Jesús.
En 1901, muere su esposo Francisco Armida, y queda a cargo de sus hijos. En el año de 1903, tiene un provincial encuentro con el misionero francés, padre Félix Rougier, superior de la comunidad de padres Maristas de la Ciudad de México.
El 25 de marzo de 1906, recibe la gracia centra de su vida, la encarnación mística.
El día 8 de noviembre de 1909, la lado del venerable Ramón Ibarra, arzobispo de Puebla, funda la Alianza de Amor con el Sagrado Corazón de Jesús, obra laical y el 19 de enero de 1912 la Liga Apostólica (Fraternidad de Cristo Sacerdote), obra para obispos, sacerdotes y seminaristas que quieren vivir la Espiritualidad de Cruz.
El 25 de diciembre de 1914, con los venerables Ramón Ibarra y Félix Rougier, fundan, en la capilla de las Rosas del Tepeyac, la Congregación de los Misioneros del Espíritu Santo.
Del 3 de octubre al 2 de noviembre de 1936, realiza sus últimos ejercicios espirituales en Morelia, Michoacán, con el Siervo de Dios Luis María Martínez, futuro arzobispo de México y su último director espiritual.
El día 3 de marzo de 1937, muere santamente rodeada por sus hijos, asistida por su director espiritual, Monseñor Martínez, por el padre Félix Rougier, algunos Misioneros del Espíritu Santo y algunas Religiosas de la Cruz, en su casa de la Ciudad de México. (Datos proporcionados por la Postulación de la Causa de Beatificación)